Siempre del todo

Adoro ver que tienes el alma blanca, la piel trigueña de los atardeceres costeños y que tus manos son ágiles y fáciles para la caricia y que tu mirada es breve, tus días pausados y tus brazos siempre dispuestos…

Adoro que diste un paso de ingrávida sutileza para hacer que yo me acercara a ti y te contara una bella historia de amor sincero en aquella tarde lluviosa del paseo del Pintor Rosales.

Adoro saber que tú eras la pequeña y gran sorpresa de mi vida y que cuando me regalaste tu bondad en forma de sonrisa me abriste la puerta para la ceremonia de la gratitud. Sigue Leyendo...

solo quiero ser

Me encuentro en el mar de tu vida
en la tormenta de tus emociones
en el quietud de tus dias sueños
en el mover de tus dias
encontrarme solamente no quiero
sino quiero ser
quiero ser la calma en tu tormenta
la inquietud en tu quietud
y la brisa en tu madrugada
solo quiero ser………

“Chester” color canela

Era un setter irlandés. Una espolvoreada de canela en escarcha dorada esparcida sobre cuatro mástiles y un hocico color azabache. Caballo de cartón para los niños del barrio y clarinete de sinfonías en esos atardeceres en que se quedaba mirando como queriendo interpretar canciones azul turquesa. Era un oleaje de estallidos luminosos buscando anémonas del pensamiento en el fondo de los riachuelos. Y era algo mucho más que una simple presencia cuando su compañía venía a ser hálito amoroso de dulce compartir.

Palpitaria

Vienes de otros horizontes
y me acaricias sin más.
Ocultas detrás de los montes
están las olas del mar…

Vienes de otros horizontes
con plenos deseos de amar.
Se oyen miles de voces
provenientes del pleamar…

Vienes de otros horizontes
me das un beso y te vas…

Enfado desenfadado

Enfado desenfadado

Parece que el mundo entero está enfurruñado: los políticos discuten y sus seguidores se aborrecen; los ricos se enojan y los pobres padecen; los viejos critican y los jóvenes protestan. Todos están disgustados y molestos por todo lo que los demás hacen o dejan de hacer. Cada día crece el malestar y se duplica el resentimiento.

El sueño

Durmiendo en el despertar de tu pecho
un ángel me acariciaba
y sus manos repletas de locura
mi corazón entero estallaban.

Mas no puede ser un ángel
me dije en lo mas adentro
sus manos serían calma
y no un tornado en el desierto.

Sólo un instante

Si tan sólo el tiempo, no fuera tan cruel,
y la distancia no fuese tan larga,
que daría por sólo escucharte al menos un instante,
sentir el candor de tu voz en mi piel,
la suave caricia de tus palabras en mi oido,
por pasar un momento a tu lado; Sí, tan solo un instante,
que no daría por solo mirarte aunque sea de lejitos y por solo un ratito.