Todo y nada, algo falta…
se habren huecos en la mañana,
con la fresca brisa
que se asoma por la ventana.
La tempestad ha pasado,
borró el rastro de la dama.
Aunque a veces la recuerdo,
ya no me invaden las llamas.
Llamas azules, de gas,
un incendio provocado.
Y lo que se haya detras,
dos cuerpos enlazados.