HOY Y POR SIEMPRE

No sabes quien era y en ella te fijaste .

Quien sera aquella mujer afortunada de quien tu te enamoraste

Y tu corazón desinteresadamente entregaste.

No dudes Joven enamorado del amor que esa mujer por ti pueda sentir,

Su amor al igual que el tuyo la lleva al desenfreno y frenesi.

Y el último trago de vino será la confirmación de vuestro amor.

Yo no puedo…

Yo no puedo ser solo una casualidad de algo nacido del silencio. Yo no puedo ser solo una inútil espera del “nohacer” de la existencia. Yo no puedo ser solo un probable quizás rebotado en cualquier domingo. Yo solo puedo ser una prolongación de mis razones…

La metáfora de Blancanieves

Para que los padres entendamos la evolución de nuestros hijos en su paso por la infancia y por la adolescencia, es una buena parábola el cuento escrito por los hermanos Grimm.

La fábula es tan prolífica que, de modo informal, ha sido múltiple alegoría con intencionalidad variada. Algunos se han referido más a la madrastra que Blancanieves, para asemejarla a políticos que incesantemente consultan las encuestas (como si fuese el espejo mágico), y que se disgustan cuando ya no son los más valorados. Otros, también con propósito sarcástico han aplicado el “síndrome de Blancanieves”, para denostar a quienes “sólo se rodean de enanitos” o a quienes “esperan, tras quedarse dormidos, que otros les solucionen sus problemas de manera prodigiosa” como en los cuentos. Sigue Leyendo...