Sonoro mes de hojas amarillas,
tu nombre es un canto melodioso,
cual un río saltando entre las piedras;
abril…abril…con alegría y bullucioso.
Tienes, abril, un singular encanto,
dejaste atrás los días bochornosos,
ahora son más bellos tus ocasos,
y los caminos alfombrados de oro.
Cuando en la noche mi cuerpo
busca la calma,
mi alma
quiere jugar.
El día ha sido largo
la noche será dulce y grata.
Saldrán los duendes
saldrán las hadas
saldrá cupido
y saldrá el rey Arturo,
yo también saldré.
Danzaré al són de sus flautas
las flechas buscaré
soñaré que soy Excalibur
y en las manos de Arturo me posaré.
Mañana tocarán diana
más no pasará nada
no perderé el zapatito
y llegaré a tiempo al trabajito.
Saludos. alaia
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