Roma, laberinto de espejos

Carlos Montuenga

-Bueno, no me digáis que no os gusta el hotel, un antiguo palacio renacentista situado a dos pasos de la Piazza Venezia. Sí, de acuerdo, las habitaciones son pequeñas y las camas tienen somieres metálicos de esos que ya no se llevan por el mundo, pero ¿habéis subido ya a la terraza que hay sobre el último piso?
El panorama que se contempla desde allí es extraordinario: al frente, tras dos pequeñas cúpulas barrocas , casi adosadas al viejo caserón del hotel, surge majestuoso el monumento en mármol blanco de Víctor Manuel II, coronado por dos cuádrigas que conducen ángeles; a la izquierda, se extiende el perfil boscoso del Palatino, con el Coliseo asomando entre los pinos. Y al volver la vista en sentido opuesto, aparece a los lejos la cúpula de San Pedro, dominando un mar de tejados rojos, torrecillas y campanarios de innumerables iglesias. Sigue Leyendo...

Historias de una guerra.

Contaba la historia de un viejo amigo, de aquellas montañas, allá donde nació, que una mañana tras días de guerra, hasta el mismo sol , enemigo de la oscuridad, trajo bajo su piel el fuego de la vida.

Contaban relatos del ayer, que tras los viejos escombros, manos alzadas sostenían el aliento para el desamparado..

Y un día, escuchando a ese viejo y gran amigo, me pregunte:

¿Por qué no vieron amor allá donde el hombre lo pidió?.

Hablé de ti.

Hablé al ladrón del infortunio para decirle que ya no…que ya no estás tu. Hablé a la risa y la pedí que te buscara, que al llegar te acompañase por siempre.

Y los fuegos me hablaron a mi del calor de mi pasión, esta pasión que con los días me acerca más a ti y a nuestro amor.

Grité a los infiernos, llevé la paz al cielo de tu calma y sonaron los aullidos de los lobos en la noche viva y encendida por la luna.

Sigo aqui

en cada momento me enamoro mas de ti en cada mirada
siento tu calor no me hagas mas sufrir tus caricias cada
noche las deceos tus besos son mis sueños, sigo aqui
para quererte sigo aqui esperandote con la ilucion de que
al despertar estara junto a mi, cada noche te sueño yo
solo soy la que te espera la que te sueña.
O mi amor, si tan solo vivieras si tu muerte no fuera real
se que estas en donde estoy que tu espiritu me proteje
que me abrasas cuando tengo miedo cuando tengo frio
reso cada noche por tu amor ya no hay consuelo par
este dolor sigo aqui esperandote que despiertes de ese
sueño tan profundo yo solo soy la que te espera la que
te sueña y sufre por tu amor. Sigue Leyendo...