Sin banquete festivo

Sin banquete festivo, bajo la ventana
de una oculta historia de la calle,
duerme su sinrazón ante la vida
un ser humano que no late.
Que se calle
el tumulto de la guerra diaria
y del combate.
Que se calle…
porque hay un ser muriendo
en esta triste vida de la tarde.

Luna llena de mes de marzo

Cielo gris, gris ambiente… un gris monótono y sin gracia, pero el hilo azul de este mi sueño desvelado me ata a la hermosa morada de esta luna llena que es, hoy, sombra de mi misma sombra. Miro arriba, desde la ventana de mi corpuscular presencia, en este sueño de desvelo sin fin, y todos los colorismos de las líneas lunares me dan impulso (ardiente) hacia lo nuevo, hacia lo mistérico colgado del brazo de marzo para sentirme dentro de sus deseos: el universal canto de la imagen impresa en mis retinas. En tu blanca vestidura de aromas, luna llena del mes de marzo, estoy contigo en esta mitad de la vida en que todo se ciñe a lo intimista. Pintando veleros en tu pura libertad me veo en tu superficie, luna llena del mes de marzo, absorbido o penetrado por tus movibles ondas. Son las cosas rumorosas de este cielo desnudo de alba. Y mi tranquila mirada quiere volar pero sólo brilla el espejo de tu luz, blanca y tibia, de tanta vida mirándote. Sigue Leyendo...

De Algunas Soledades: Medito en Borges

Sobre mi rostro ninguna señal que no sea la que la vida marca. Un rostro para el mundo y otro para mi propio corazón. Sin saberlo crecí subiendo el último escalón de un sueño de eterna infancia. Allí, alimentado por la credulidad de mis castillos en el aire supuse ser feliz. ¿Qué me ha situado al otro lado del espejo? Como si un viento intenso hubiera borrado mis últimas carcajadas, ahora debo ver y ser visto. Oculto mis sentimientos, porque los desconozco. Oculto la ingratitud de un aparecer de repente delante de los demás para ser otro yo, para jugar un nuevo papel, para pertenecer al doloroso teatro de la adolescencia. Mi cuerpo se ha estremecido sin darse cuenta. No elegí ser ásí, pero me transmuto con la idea de una eternidad posible. Este leve dolor que permanece quieto, que polariza mis intentos de jugar de nuevo, que crece insumiso ante las ideas colgadas de los programas dela tele… Sigue Leyendo...

Soneto de hace un año que se fue

La vida traidora se te rompe en piedras
Ya no guiña el ojo picarona estrella
Porque no me llevas a mi en vez de a ella
Muerte poderosa sudario de hidra

Mi niña tan viva ya no va a la feria
Los caballos danzan sinfonía siniestra
Yo me mate en retos, súpleme miseria
Que me distes vida, cuando he de estar muerta

pequeños grandes milagros

Hoy voy a hablar de las pequeñas grandes cosas, que “milagrosamente” se pueden percibir en una ciudad como Madrid, a salido el sol y con el infinidad de ancianos a tomarlo y observar, muchos de ellos con una sonrisa en los labios, los que no solo tienes que mirarles y dedicarles tu sonrisa, verás como brota como una cascada cantarina, había una anciana sentada en un banco con su bastón apoyaba la barbilla, observaba las palomas, pero estaba mirando mucho mas allá, sus ojos transmitían tristeza y alegría a la vez, al fin pura sabiduría, pero sus labios sonreían, me ha hecho sentir un escalofrío agradable, que esto ocurra en esta ciudad de obras y ruidos perennes no deja de ser un milagro, hay millones de milagros solo tenemos que ser mas pausados y observarlos y sentirlos, un besazo voremistas, Sigue Leyendo...

12 euros 2007

Como viene siendo tradición todos los años, la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre ha emitido, acuñado y puesto en circulación, una nueva moneda circulante de 12 euros en plata de 925 milésimas.
La de este año 2007, que viene a ser la séptima de la colección, está a dedicada al quincuagenario Tratado Constitutivo de la Comunidad Económica Europea, que tuvo lugar en Roma, el 25 de marzo de 1957 y que fue firmado por los seis países precursores de esta idea de lograr una Europa común: Alemania, Francia, Italia, Bélgica, Países Bajos y Luxemburgo. Sigue Leyendo...

Lógica y solipsismo (El desorden de tu nombre / Juan José Millás)

Acabo de leer “El desorden de tu nombre” de Juan José Millás y la primera sensación que me queda es la de una gran frialdad en el ánimo. Mala cosa. Reconozco (no sé si será pecado mortal) que no había leído nada de este renombrado autor español, pero esta novela me ha decepcionado… aunque la palabra exacta sería que no me ha entusiasmado porque tenía la falsa creencia de que Millás escribía con más calidez. Cada lector tiene su propio “temperamento” y por eso debo decir que esta crítica es sólo subjetiva y no tiene nada que ver con la verdad absoluta. Es la verdad de un lector que no tiene por qué coincidir con la verdad de otros lectores. Sigue Leyendo...