Sigo siendo aquel triste árbol
que arañaba el cielo en busca de agua,
que arañaba el suelo en busca de algo
que no fuera polvo y guijarros.
Abrazado al desierto y sin remedio
como única razón de existencia,
acostado y sin ningún miedo
de que nadie venga a salvarme.
¿Te has fijado? Y el muchacho sonreía con cara de susto. El viejo señalaba una papelera y su dedo negro le indicaba que mirara. El muchacho ponía cara de asco. La papelera era un submundo, el relato de un deshecho, la herencia irónica de los obesos. El viejo hablaba de tesoros escondidos, de paquetes enteros de pañuelos de papel y hasta de carteras robadas con algún euro olvidado. ¿Te has fijado? Y el muchacho sonrería casi haciendo burla. Aquel viejo loco no valía nada, era un sin historia que meaba en la calle; casi una baldosa antigua y desgastada. El viejo miraba hacia el fin del mundo y el muchacho reía desde su impotencia. Una papelera era madre de un tesoro, de pañuelos de papel y cáscaras de plátano. La vida estaba escrita en su camiseta. El viejo era viejo, sin mayor historia. Se quedaron solos en mitad de la calle, en el lugar exacto donde nadie nace. Sigue Leyendo...
Alguien… ¿quién fue?, ¿cuándo sucedió?, ¿cómo ocurrió el asunto?… me indicó tu camino, porque yo, hasta entonces, no sabía que existías en el mundo ni que estabas en él para acompasar nuestros mutuos ritmos y pulir nuestras almas en una misma vasija de color corazón. Igual que tantas veces, me alimentaba de las orillas con sabor a mar y a arena cuando alguien… no sé bien quién, ni cuándo ni cómo, me hizo encontrar tu sueño entre la gente que limaba los cursos de las olas y los vientos. Y me acerqué a ti… Sigue Leyendo...
“Llevo en la mente el sufrimiento del pensador”
“Hay seres que mueren, sin que la vida
les dé un abrazo.”
“A menudo la soledad resulta demasiada compañía”
“…no es que me crea diferente a los humanos…”
“Si no existiera el sueño, no habría realidades…”
“Lucharemos para no dejar de crear
Y crearemos para que no cese la lucha”
“…Los días transcurren a latigazos,
La existencia es una gran paliza,
Oyes cada segundo un disparo y, todavía
-Increíble-,…razonas.”
“…Todos tenemos las manos en el mismo bolsillo…”
“…La ciudad es un camaleón. Yo el mosquito,
y la lengua que me atrapa y engulle es el poder,
la política…la riqueza pobre de espíritu…”
“La soledad es una etiqueta
que viene adherida al traje de la vida”
“El mundo es un arma cargada, cien sueños
Desgarrados, una moneda y muchas manos,
Medallas falsas, simulacros de fusilamiento,
Iconos increíbles…políticos incorrectos y
Rebaños mansos de idiotas”.
“-Señor, espere un momento por favor.
El señor no existe, la vida no otorga favores,
Está llena de momentos.
… ¿a qué esperar?…”
“Sé imparcial, no admires, pero tampoco desprecies,
Reconoce y comprende el pobre pensamiento de las masas
Indiscriminadas, pues cuando ves el absurdo del mundo,
Todo resulta lógico,-apto-.”
“…Que el ser humano ha olvidado
La melodía del piano y ha transformado
Su corazón por un cheque en mano…”
Byron sentía la vida como un gran espectáculo, como una potente necesidad de expansión.
Era apetito de totalidad, maravillosa extrañeza ante el Universo.
Era una persona tán tremendamente vital, que vivia atormentado.
Repetia a menudo una frase, “yo nunca seré féliz”.
La disconformidad, la rebeldia, la falta de mediocridad, su permanente lucha contra la falsa moral, los intereses cerados, eran un permanente sufrimiento que el asumia, fabricandose su proio “circo”, su propio mundo, lleno de savoir affaire, de eleagncia, de boato.
No queria renuncia a ningún disfrute de la viad,. Sigue Leyendo...
En la penumbra escondida del baúl de mi memoria,
como pájaros dormidos palpitando calor de suaves plumas
.
Asi atesoro yo mis pensamientos cautivos, en la espiral del recuerdo de tu boca.
Fugaz destello de otra vida, que quiero sentir y se me escapa.
Cegada por la luz, al salir de la bodega de mi alma
.
Replegada trás el indeciso encuentro que termina en incomprensible batalla.
Antes de levantar el puente de la nostalgia,
una última mirada refleja la certeza de la distancia en tus palabras.
En la penumbra escondida del baúl de mi memoria,
como pájaros dormidos, palpitando calor de suaves plumas.
Así atesoro yo mis pensamientos cautivos
en la espiral del recuerdo de tu boca.
Fugaz destello e otra vida que quiero sentir
y se me escapa.
Cegada por la luz, al salir de la bodega de mi alma.
Replegada trás el indeciso encuentro que termina en iinútil batalla.
Antes de levantar el puente de la nostalgia
una última mirada refleja la distancia de tus palabras.
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