el dia que no salio el sol

Aquel día me despertó el teléfono. Sonaba con aquel tono estridente característico. Me levanté rápidamente y lo cogí. Una voz asustada me va *acavar de despertar.

– Buenos días Mar, soy en Josep. Le quería pedir de hacer una misión.
– Ha! Diga Diga!
– Pues, mire… podría levantar un momento la persiana mas próxima?

respondí con una afirmación insegura y me dirigí hacia la persiana. Al abrirla un escalofrío me va *recorrer todo el cuerpo. No había solo! Todo era oscurooscuro como un *tunel de las tinieblas en llena noche, y los árboles *dansaven suavemente d’una banda a l’otro. Ni un ruido a la calle… Sigue Leyendo...

el dia que no salio el sol

Aquell dia em va despertar el telèfon. Sonava amb aquell to estrident característic. Em vaig aixecar ràpidament i el vaig agafar. Una veu espantada em va acavar de despertar.

– Bon dia Mar, sóc en Josep. Li volia demanar de fer una missió.
– Ha! Digui Digui!
– Doncs, miri… podria aixecar un moment la persiana mes propera?

Vaig respondre amb una afirmació insegura i em vaig dirigir cap a la persiana. Al obrir-la un calfred em va recorrer tot el cos. No hi havia sol! Tot era fosc com un tunel de les tenebres en plena nit, i els arbres dansaven suaument d’una banda a l’altre. Ni un soroll al carrer… Vaig tornar al teléfon i ell em va afirmar el que havia vist, i tot seguit em va encomanar la meva missó com a detectiu. Sigue Leyendo...

Un nuevo retorno al Paraíso

Con los ojos cerrados, sin luz, sin precisión de día o noche,
se aletargan las sensaciones y se percibe una nada posible.
Con los ojos cerrados se palpan los grumos de la pared
en un lenguaje para eternos ciegos de tacto.
Suena, en la lejanía, un imperceptible sonido de auroras.
despierta la sinceridad y se arroja a la tierra como tapiz de hierba.
Los pies descalzos palpan el soporte de la penumbra,
de lo eternamente presente en la ceguera.
Nadie sabe rebatir el ala que se eleva su vuelo
y la arcadia es un mito que sonroja la percepción.