Amiga voremista Noelia: tu texto titulado “Las formas de la vida” me ha hecho pensar y repensar detenidamente estos últimos días. Planteas un tema desbordante por lo que tiene de trascendencia para la persona humana y su presencia en este devenir cotidiano. Es cierto, como dices, que a veces la vida se presenta como una recta sin final. Yo diría como una recta que de tantos finales que posee se involuciona a sí misma y termina por convertirse en ese volver continuo a puntos de partida diferentes.
Buscamos ese equilibrio que con tanto acierto planteas como un ayer que no fue o que es todavía presente… o quizás esa línea recta sea hago así como una hipérbole de imponderables recovecos. También estoy de acuerdo contigo cuando hablas de las enormes incongruencias observables en este devenir histórico y social y yo añadiría que dichas incngruencias provienen quizás de una variable ilimitada de paradojas. Por un lado deseamos ser y por el otro estamos continuamente dejando de serlo.