La cultura de “la caña” (III): ¿Qué pasó con la cerveza en Grecia?

Hacemos la tercera parada para tomarnos una cerveza en este caluroso verano que ya está llegando a cerca de 40 grados centígrados bajo el sol. Pongamos que estamos en el Restaurante griego Delfos de la ciudad de Madrid (ubicado en la Cuesta de Santo Domingo número 14, muy cerca de la parada de autobuses y de metro de Ópera y relativamente cerca de la Plaza Mayor) y después de comer una meysaka (pastel de carne con berenjenas, calabacines y patatas) o un suvlaki (carne de cordero al grill) o si gustáis mejor un sahanaki (de pollo) regado todo ello con vino Agioritiko, nos disponemos a tomarnos una “cañita”… mientras hablamos de la cerveza en la Antigua Grecia imaginándonos que estamos en el verdadero Delfos, en la Fócida, sobre la ladera suroeste del Parnaso griego (con sus oráculos de Apolo incluidos). Sigue Leyendo...

El pícaro “Teté” (cuento “kafkiano”)

Cuando perdió el primer peón no le dio ninguna clase de importancia; ni cuando perdió el segundo ni el tercero… pero comenzó a preocuparse cuando, de repente, en dos jugadas seguidas perdió un caballo y un alfil. Pero Teterioukin era siempre así, un jugador de ajedrez enigmático que nunca jamás borraba la sonrisa de su rostro. Una sonrisa de triunfador. El problema fue cuando perdió, de manera seguida, el segundo de sus caballos y un cuarto peón…

A Teterioukin se le conocía, por su forma de jugar al ajedrez tan de manera anárquica, como “el Bakunin de la FIDE”. Y es que, para más “inri” había nacido en el mismo pueblo (Priamujino, en el departamento de Tver, al noroeste de Moscú) que el célebre Mijail Bakunin. Sigue Leyendo...