Si quieres herirme de verdad, tienes que aprender a ser más certero: no basta con recurrir a tópicos, inventar frases que nunca he pronunciado, atribuirme descalificaciones que nunca he hecho.
Si quieres herirme, deja salir el niño que hay en tí y busca con cuidado, para asestar el golpe, el arma entre todas aquellas que sin duda guardas desde la infancia.
Si quieres herirme, olvídate de que me crees de la dureza del acero, olvídate de mis tribulaciones pasadas, de las condiciones adversas desde las que supimos construir la paz y la armonía, algo muy parecido a la felicidad. Sigue Leyendo...
Le llaman Turico. Buena gente y con un ojo menos, pero buena gente. Después de las ocho, cuando sale del bar, se sube a un banco y habla de la mierda que sale de los bancos. Señala con sus dedos gruesos los grandes escaparates consumidos de consumuso y dice que el mundo no se acabrá nunca. El Profeta de mi barrio sabe lo justo, bebe demasiado y esconde su vida detrás de una chaqueta obsequio de Cáritas. La gente le conoce y se ríe. Turico se cree cuandto dice y juega ser un Profeta de barrio como los de siempre.
Amor tiéndeme tus alas
Cobíjame con su manto
Dame tu calor mundano
Y no me dejes pensar
Solo dame tu calor
Haz que me sienta
Quimera
Indio libre en la pradera
Hindú componiendo seda
Africana acarreadora
Indígena con su dardo
Leopardo con su sigilo
Madre se halla defensora
Tigresa con sus cachorros
Pero sobre todo dame
Ese amor tan necesario
De tus alas protectoras
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