TIEMPO

Tiempo el que no acaba ni se pierde.
Solo pasa.
Por las noches se marcha
y por el día vuelve,
por las noches duerme,
y los días lo levantan.
Solo pasa.
Vaga desnudo, no siente frío del invierno,
no se caen las hojas de sus años, ni se quema
en los veranos. Se hace primavera, nace la flor.

Adelante corazón… !adelante!.

Hoy es toda una noche improvisada e imprevista donde la avanzada sensación de la tormenta de los pensamientos nos ayuda a sentir. Tocamos todos nosotros las puertas del alma humana para henchirnos dentro de un grito monocorde. !Hola!
!Bienvenida a la luz de la fontana nocturnal, tú, ligera luna de las ensoñaciones!. Es el valor del momento de nuestra bohemia azul (siempre tan llena de estrellas), el que nos sumerge en el camino y nos hace contemplarnos como compañeros y compañeras de este viaje ancestral en que hoy, hoy mismo y en la madrugada del mañana, se nos conforma el punto “cero” de las letras infinitas. Mañana, en la próxima noche-luna de mañana, os hablaré, compañeros y compañeras del alma bohemia de la voremia azul, de este punto “cero” que tan dentro siento en mí. Solo quiero deciros esta noche-estrella que la máxima expresividad de toda esta odisea es el corazón. Adelante corazón… !adelante!. Sigue Leyendo...

Melodía de un viejo piano.

Moribundo, moribundo dormido sobre las teclas de un viejo piano. El sabe que fui niña, sabe que le amo, que le escucho aun cuando nadie le acaricia con sus largos dedos.

Si…aquella niña le escucha, vibra con el silencio cómplice de su capricho innato al sonar.

Moribundo, moribundo tiempo acostado sobre sábanas blancas que cada noche me ve crecer.

Tiempo de música, de sentir, de latir, tiempo para volver a ser y dejar por un momento al hoy frío y real de la insensata razón que cree saber más que el ayer y más que la inocencia…malvado el hoy. Sigue Leyendo...