La verdad ¿hija del tiempo?

Francis Bacon contrapuso al antiguo “nec ultra” su triunfalista “plus ultra”. Es una referencia, a primera vista, espacial… que atribuye al viejo mundo un carácter limitado, y al nuevo uno ilimitado. Pero luego podemos observar que la semántica “ultra” traspasa lo temporal y se convierte en metáfora de lo temporal. Las Columnas de Hércules y su mítica función de barrera que las representa simbólicamente es una alegoría de los límites por imposición dogmática; mas el cohete interespacial que navega por algunas partes del Universo eleva a lo ilimitado lo que antes era escatológicamente límite. Sigue Leyendo...

No sufras, mamá

. Mamá.
Veo.
No lo puedo evitar.
Tantas cosas… mamá.
“El patio de mi casa es particular,
cuando llueve se moja como los demás… “
¿Cómo los demás?.
¿Entonces por qué hay patios cubiertos? ….
¿Entonces por qué me necesita la gente?
¡Tú lo sabes, tú lo ves!
¿Entonces por qué no persigo a nadie?
¡Tú lo ves, tú lo sabes!
obsérvalo sin miedo.
Dejadme, todos, vivir en paz
Sola estoy bien. No pasa nada.
¡Sola puedo escribir!
¿Por qué me mientes?
mejor dicho ¿Por qué te mientes?
Yo sí quiero entenderme, mamá
(No desesperaré). Me entenderé.
Aunque tu miedo quiera protegerme con ansia. Sigue Leyendo...

LA SUPREMACÍA DE LAS COSAS PEQUEÑAS

Ayer me encontré paseando a ninguna parte, observando con cariño y atención la actitud de las personas que formaban la más absoluta de las soledades, el estruendo del silencio que acampa en mis oídos para llegar a mi mente, los golpes que acarician el amor a la falsedad, la hipocresía, la ineptitud… Y de repente, sin esperar nada, un pájaro de un rojo brillante y casi cegador en su plumaje, cesó su vuelo y se posó señorial atorando mi camino, para ser delicadamente observado. Y me sentí orgulloso de percibir su lindo mensaje, que me decía que aquel conjunto de miles de bellezas distintas en un saquito tan pequeño de plumas, pico y pocos y endebles huesitos, merecía ser observado , captando todo aquello que tu percepción más sensible sea capaz de captar. Sigue Leyendo...

Más moral que el Alcoyano (Matando dinosaurios con tirachinas/Pedro Maestre)

“Todo esto es tan grande y pesado que cuando me despierto parece que estoy matando dinosaurios con tirachinas”. Esto es un párrafo de una novela escrita por el alicantino Pedro Maestre (Elda, 1963) con la que obtuvo el Premio Nadal en 1996). ¿Qué decir de esta novela titulada “Matando dinosaurios con tirachinas”?. ¿Habéis leído “Cinco horas con Mario” de Miguel Delibes?. Pues la estructura de Matando dinosaurios… y el esquema dialéctico es el mismo. Sólo que mientras Cinco horas con Mario es lectura de “fondo”, ésta es lectura de “superficie”. Voy a explicarlo. Sigue Leyendo...

NOCHES DE CAMA Y ESPADA

Cada noche, cuando llega la hora del descenso final del día, me amarga la idea de extinguir las luces e invocar a ese horrible monstruo que me desterró de su abrigo hace ya tiempo, el sueño.
Me lanzo con ganas de surfear sobre las violentas olas del Dios Rem, pero la resaca siempre acaba dejando mi desalentado cuerpo a la deriva de una serie de pensamientos amenazantes para los que debo sacar mi espada, y defenderme de ellos.
Las mantas no me arropan, lejos de esta sensación, lo que hacen es atraparme, cerrando a cal y canto cada puerta de mi mente desubicada por el cansancio.
Sólo me queda la esperanza de encontrar entre sábana y reproche una armadura caballeresca que me encuadre en el duelo en que me encuentro sin nadie a quien acudir. Sigue Leyendo...

Y después…

Y después…
vendrá el olvido o no vendrá
pero sé que en las tardes ambarinas
cuando estés tendida sobre el limo
de los brazos del retorno y del recuerdo
notarás un espacio de silencios
donde estaré otra vez dentro de ti.
Y después…
vendrá el olvido o no vendrá
pero estarán hundidas en tu esencia
las letras de mi boca entre tu piel.

Tango II: Te quiero porque soy así.

Que pueda tenerte la ocasión
de siempre verte en el sendero
de las cosas turgentes del recuerdo
y el hambre de poseer tu ansia.

Que pueda sentirte por adentro
del lado de la vida sin distancia.

Que pueda morder la blanca luna
de tu pecho nombrado en la penumbra
y que allí donde la luz alumbra
te pueda saciar de mil lamentos.

El Reflejo de los sueños en lunas rotas(Perdido en la eterna oportunidad) 18

El local era “guapo”, espacioso y ahora estaba lleno a rebosar, repleto de jóvenes y no tan jóvenes, bebiendo con vasos de plástico y charlando animosamente. Las carcajadas y el ambiente cargado denotaba que llevaban rato dándose impulso hasta llegar a una adulterada y absurda mismidad que desaparecería tan pronto se disiparan las burbujas y se encontraran de cara al cristal opaco de gran angular, otorgando las imperfecciones grotescas de la pantomima llevada hasta el extremo de doblar campanas de duelo. Entonces llorarían ríos de penitencia. Vomitarían sangre en el carnaval del País de las Mil Maravillas ¿Alicia ya no vive aquí? No tengo ni idea, pregúntale a Alicia.
Andy paseaba con una bebida en la mano, escuchando frases sueltas que si las unías creabas la nada. O para hallar la nada tenías que haberlo probado todo. Sigue Leyendo...

El Reflejo de los sueños en lunas rotas(Perdido en la eterna oportunidad) 17

En el espejo del lavabo se miró de la cabeza a los pies. Mojado sin llover. Tenía un aspecto lamentable. La gente no se había percatado porque el balón les mantenía en trance. Atrapados por la pequeña pantalla, gritaban enfervorizados, vitoreaban, insultaban eufóricos a los jugadores, al entrenador, al árbitro, al presidente del club, a la afición rival… ¿aquello era un deporte? La humanidad se sujetaba con muletas. Quizás Andy fuera la desmedida, la antítesis de la paradoja, el veinte por ciento del pensamiento de la población, sí, seguramente se quejaba de todo, refunfuñaba y se había vuelto huraño urbanizador de la razón, despotricando esto y lo otro, repitiendo siempre las mismas palabras nefastas, inductoras a la depresión. Sí, desde luego se comía el coco cantidad… pero es que no podía entender la mayoría de las cosas que con un poquito de esfuerzo serían problemas solucionados. Pecaba de ingenuo… de inocente. Nunca aprendería… Sigue Leyendo...

Tango II: Te quiero porque soy así

Que pueda tenerte la ocasión
de siempore verte en el sendero
de las cosas turgentes del recuerdo
y el hambre de poseer tu ansia.

Que pueda sentirte por adentro
del lado de la noche sin distancia.

Que pueda morder la blanca luna
de tu pecho nombrado en la penumbra
y que allí donde la luz alumbra
te pueda saciar de mil lamentos.