GABOR

Juan de Dios López llegó al pueblito en mitad de un Enero inusualmente frío. No era normal que en pleno verano estuvieran disfrutando de unas temperaturas tan bajas.Tanto, que más de uno tuvo que echar mano de rebecas, frazadas y mantas desempolvadas para mejor pasar el rigor de las noches. Tiempo después, muchos achacaron aquella extravagancia climatológica, a la inesperada aparición de Juan de Dios.

Las gentes que estaban sentadas en los bancos de la plaza, vieron a Juan de Dios arrastrando un carro en el que llevaba un par de maletas y algunos enseres, pocos, como todo equipaje. Saludó sacándose el sombrero y nadie le respondió, desacostumbrados como estaban a la presencia de forasteros. Sigue Leyendo...

MUÑECO DE TRAPO

Pudiera ser, que en mis manos
Pedacitos de otras lunas acunaran hoy los mares
Que en mis ojos, la tormenta no acabara todavía
Y confundido, ejecutara la parodia del olvido
Comica Tragedia..Triste es la ironia de mi soledad.
Pudiera ser, que en mi alma…
La esperanza mantuviera en la distancia la locura
Que el deseo terminara…
Y la decadencia de este amor junto con el, Huyeran lejos…
Se largaran para siempre hacia otras tierras…