Dime que no me quieres
Mírame a los ojos y dime que no ves lo que hay detrás
Dime que no me abrazarías,
que no me besarías,
que no me cogerías de la mano y me llevarías contigo a dónde fuera
Mírame y dime que no sientes nada por mí,
que aquel beso sólo fue uno más
Dime que con él no me quisiste decir que me querías,
porque no me quieres, dímelo!
Dime que mi voz te resulta indiferente
y que miras mis ojos igual que a los de cualquiera
Que si te hablo, si te rozo, si te abrazo… que te da igual
Ven, mírame a los ojos y dime…
Dime… que no me amas
Archivo por días: 9 diciembre, 2008
La Ley del Silencio
Esto es la Ley del Silencio
Y las miradas que se callen las más de mil palabras que valgan,
que es mejor no mirar, no ser vistos, pasar desapercibidos.
No pienses, que los pensamientos tambien se oyen,
y tú no quieres escuchar nada.
Callemos pues, que es mejor eso a que nos sangren los oídos.
Como seres irracionales, solo atendamos al silencio… lo oyes? ¿Qué te dice?
A mí nada…
Lo etéreo no responderá mas.
El número 3
Tres han pasado ya desde esa noche…estaba tan ocupada sufriendo que no me paré a contar el tiempo, que no me paré a nada, que no me paré…que no me pare, que no me pare más nada, que no quiero ver pasar el tiempo, que no quiero ver cómo todo pasa, que no quiero verlo, que no quiero ver, que no quiero…que no quiero querer, que no quiero dar sin recibir, que no quiero hablar sin ser escuchada, que no quiero echar en falta a lo* que aquella noche se vino conmigo a soñar que soñaba, que todo ha sido un mal sueño. Y no sé si el arrepentimiento se deja caer o no…hace tiempo que perdí la línea que separa el dolor del placer… Al fin y al cabo, 3 sólo era el resultado de una ecuación que resultó ser imposible.
“Feliz Cumpleaños”
Esta noche te haría partícipe de un secuestro -contigo como protagonista-,
Te mantendría despierto hasta que amaneciera,
Te revelaría dudas que te sorprenderían,
Te contaría cuándo -y cuánto- algo me recuerda a ti,
Confiaría en ti y te regalaría una ilusión,
Te contaría mis sueños y hasta sería capaz de pedirte un beso.
Pero entonces te estaría dando el mismo regalo de cumpleaños que tu me diste a mí sin haber sido yo capaz de mejorarlo.
Y es que casi no tengo nada que tú ya no sepas.
I never stray too far…
…y nunca me iré demasiado lejos de ti.
Puede que me ahogue en lo que para ti sean vasos de agua pero siempre respiraré tranquila por saber que estás ahí.
En realidad no me arrepiento de nada. Ahora simplemente no me engaño a mi misma y ya sé por qué no soy capaz de aguantarte la mirada y tengo que coger y mirar para otro lado. Lo mejor es que cuando vuelvo a girar la cabeza sigues estando ahí.
Poco a poco todo volverá a ser como antes, con un pequeño “quiero” y un gran y aceptado “no puedo”, como nunca debió dejar de ser 🙂
Me basta con todo el cariño que siempre me has dado.
Nunca dejaré de admirarte y lo mejor es que siempre me dejarás hacerlo.
Aunque nos aclarásemos las dudas, o aunque las enredáramos más…
Aunque nos deseáramos como nunca, o aunque no nos quisiéramos ni rozar…
Lo mejor, simplemente, es que eres tú
– y que las promesas de mis brindis, aunque sea a veces, funcionan… –
Ya no es lo mismo
Ya no es lo mismo.
Todos esos pequeños detalles ya no están.
Todos los que nos llevaron a esta situación.
Ahora todo ha cambiado
y sin querer seguir adelante.
Si todo se va a quedar tal y como está
entonces no mereció la pena llegar hasta aquí
y todo esto solo habrá servido para hacernos daño.
Hola, esta noche no me podía ir a la cama sin decirte algo… así que
me dejas dar un paso más?
En fin…
por fin aquí ^^
Puede que el límite esté ahí
No sé donde está el límite entre la amistad y el cariño, y entre el cariño y algo más.
No sé dónde está el límite entre la admiración y la adoración.
No conozco el limite de nuestras miradas. Y no sé por qué intentamos hablarnos con ellas.
No sé dónde acaba tu espacio y empieza el mío.
No sé por qué se confunde el chocarnos con tocarnos.
Yo creía que me sabía todos los límites, como una lección bien aprendida. Pero tu eres la excepción que confirma la regla.
No me ilusionas, asi que no me decepcionas.
Pero me da miedo.
No me dejes hacerte daño, por favor… eres demasiado valioso, quizás, hasta para mí.
Puede que el límite esté ahí …
Tiempo, sin necesidad pero necesaria…
Quiero tiempo para recordarte y tambien para olvidarte. Necesito dejarte para saber si vuelves junto a mi, pero la separacion me lastima conforme veo transcurrir ese tiempo, ese espacio vacio entre las segundos, los minutos y los dias, que se vuelven semanas y meses, que se convierten en ayer.
Esa necesidad inmensa que siento para que el tiempo sea veloz, para que el dolor pase pronto y cicatrice la herida, pero por mas que intento que asi sea, no lo es, y es como un taladrar que no cesa y que duele dia a dia como morir lentamente y saber que no moriras porque sigues respirando, ese aire, ese que algun dia compartimos entre besos y caricias es el mismo que ahora me ahoga, me asfixia es insoportable.