Calle Málaga salerosa,
hoy te vienes a mi mente,
con todo tu olor a canela,
a vino moscatel, a limón,
a naranja, aceite de oliva,
a frescura y a matalauva.
Calle Málaga primorosa,
hoy regresas hasta aquí,
trayendo todos los cantos,
ilusiones de San Idelfonso,
papeletas a doquier,
entre aceite, azúcar y miel.
Nunca vi mañanas sobre trapecios, ni gaviotas sobre diamantes, ni redes entre añadiduras. Nunca vi serpientes azules. Milagros. Espacios. Nunca vi cuerpos sincronizados así.
Nunca vi tanto fuego mal apagado.
Si dejo de verte unos días,
Me desespero tanto y muero.
Si tu sonrisa alegra a otros,
Me siento deprimido y lloro.
Si llevas heridas de amor
En tu corazón, también sufro.
Si tú recreas la mente en otros,
Mi frío corazón se reciente.
Si piensas que realmente te amo,
Entonces volveré a vivir.
Este mundo es una mecha viva
Que arde, que calcina y que mata;
Que prende fácil con la ayuda del hombre
Y que ese hombre si es bueno, la domina
Y la apaga en beneficio de la humanidad.
Pero si él, es realmente malo, la acrecienta
Y la hace más titilante y más viva
Y entonces, esa llama no se apaga;
Y si éste, no permite que se apague, no se apaga.
¿Por qué se prende el mundo? Es la pregunta.
La paz es la expresión viva del alma:
Es la que pronuncian los niños.
Es la que se practica en familia.
Es la que pregonan los gobiernos.
Es la que se oye en los parlamentos.
Es la que enseñan los maestros.
Es la que quieren los pueblos.
Es la que buscan los ejércitos.
Es la que se escucha en los estrados públicos.
Es la que invocan los Ministros de Dios.
Es la que llena de gozo nuestros corazones.
En el café Gijón
lugar de ensueño
martini suave con ron
mágica compañia
sueño y resurrección.
Sisean las palabras
culebrean alegremente
esperando la expresión
límite de libertad abiertamente
inspiración de la mente.
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