La nota exacta

La primera vez que escuché en directo la Séptima Sinfonía de Beethoven, hace muchos años, fue en el ensayo general que entonces se realizaba en la mañana de los sábados en el Teatro Real y por la Orquesta de Radio Televisión Española.

El entonces Director de la Orquesta era Miguel Angel Gómez Martínez, que ya había tenido una brillante trayectoria, a pesar de su juventud, nos dirigió unas palabras antes de comenzar la interpretación de la Séptima: nos dijo que a pesar de que algunos directores de orquesta (se refería, claramente, a Von Karajan) hubiesen hecho algunos cambios en la partitura original de Beethoven, él no creía que al compositor le faltaran conocimientos suficientes de música como para que nadie viniera, más de siglo y medio después, a enmendarle la plana. Lo expresó con otras palabras, pero en esencia vino a decir eso. Sigue Leyendo...

Una vida en la encrucijada, capitulo 3

Capítulo 3 –.En busca de un futuro mejor.

Nos despedimos del trabajo y nos subimos al tren, muy ligeros de equipaje: tan sólo la ropa que vestíamos, ya que no había mucho más que llevar.

Después de todo un día de viaje y en uno de aquellos trenes antiguos de vapor, arribamos cansados y sucios de carbón a la comarca en la que nos habían ofrecido el trabajo, un pequeño pueblo situado en la provincia de Granada; este pueblo distaba de nuestra tierra de origen unos doscientos kilómetros.

Tengo miedo…

Tengo miedo…

Tengo miedo de que el tiempo
se me pare entre los dedos,
de que nada se detenga y todo gire,
de que dejes un instante de vivir…
Y ese tiempo que te pares
y ese tiempo que te pares…
sea suficiente para que oigas
como mi corazón, late por ti…

Te invito a fingir esta tarde.

Te invito a fingir esta tarde que dices, vayamos al cine o a caminar, te espero bajo el reloj del metro, a fin de cuentas nada será real, podemos decir cualquier cosa sin arrepentirnos nunca, primero tomaremos café, si!, la cafetería es un buen comienzo, que las conversaciones sean amenas, que estén llenas de mentiras y palabras absurdas, que los deseos fluyan rápidamente, solo hay que convencer a los demás, lo haremos de tal manera que cuando alguien nos mire crea que somos felices, que hemos superado la adversidad, que cosas como esta si son posibles, será divertido, hablemos como nunca lo haríamos, habrá que decir lo que alguna vez leímos, y obtener nuevos nombres, (tu me escucharas atentamente y yo te llamare “amor” Sigue Leyendo...

A destiempo…

A destiempo te marchaste
si aviso, ni un adiós,
y por más que preguntaba
nadie me dijo de ti.

Recuerdo que fue de mañana
cuando apenas salió el sol,
y por más que te busqué
en ningún sitio te hallé.

Snoopy y el aprendizaje de los pensamientos

Snoopy juró de por vida ser un personaje de perrito bienpensante negando toda usurpación al colapso de la nostalgia. Snoopy formó una galaxia en sus exigencias de trabajar de firme por llevar su verdad lo más parecido a lo normal. Bajo su apariencia de icono de la elegancia tenía la coartada de verse involucrado en el pequeño universo de las grandes cosas que veía y analizaba desde el tejadillo de su caseta.

Snoopy juró tener en cuenta la opinión de la experiencia; veradera expresión de los consejos sobre la forma de ver y entender la vida llena de valores implícitos para hacer siempre crítica cosntructiva y mejorar un mundo cada vez más abatido por la falta de inteligencias. ¿Cambiarse por el tontorrón Pluto o el chorlito Goofy (Tribilín) o transformarse en el pérfido Gardfield?. No. Jamás. Sigue Leyendo...

Agua Verde

Agua verde, magia de la bahía, en tu centro gravitatorio descansa una colmena de barcas que rezuman dentro del temprano madrugar de las gaviotas, Agua verde, remanso de un bosque de algas, de náyades y de ninfas… en tu vientre neptuniano se sumergen las azules puntas del mar y las olas blancas se espumean de fuerza en tu pecho de sueño hondo. Agua verde, sal de los marineros, en tus crespones ardientes las barcas de los mil colores abren su espalda al añil del cielo.