Tras la puerta

Tras una puerta cerrada
escucho su llanto,
está llorando su perdida.
Por qué le duele tanto?
quizás fueron felices…
o tal vez no.
Qué decían su ojos entonces?
el día en que le perdió,
aquél día yo sólo la miraba a ella,
veía tan claras sus cicatrices,
tan roto su corazón…

amor ciego

Porque me has mirado con esa oscuridad
que tan celosa esconde tu mirada,
porque me has dado un beso
y yo aun te estoy besando,
porque me has entregado tu cuerpo
y yo te he entregado mi alma,
porque aun sigue ardiendo en mi el fuego
que aquella noche nos quemaba
porque este amor es un ciego
que nunca pierde la esperanza
de que un día su oscuro cielo
de azul celeste se pintara.

Sentado en el tumulto de la noche

Sentado en el tumulto de la noche se me arriman los perros vagabundos para pedirme un poco de compañía con silencio de meditación contemporánea. Sentado en el tumulto de la noche el cúmulo de estrellas caen desde lo alto hasta la acequia donde se anegan las ilusines perdidas. Orlas de fuego son los ojos de los perros vagabundos mientras el tiempo se deshilacha en jirones de soledad. Sentado en el tumulto de la noche soy el más pequeño de los seres que se encuentran perdidos en el tropel de las canciones del olvido. Me levanto. Lentamente los perros vagabundos se vienen conmigo hacia el lugar llamado Nada… Sigue Leyendo...

Ceni y Cienta (II)

Cuando la Marquesa de Miraflores se encontró en el buzón de correos con las 4 invitaciones a la Gran Fiesta de aquella noche (que duraría hasta el amanecer del día siguiente) protagonizada por el Príncipe Azul se llenó, por un lado, de gran entusiasmo. Sus hijas Flora y Florinda tendrían la oportunidad de sus vidas… pero, al mismo tiempo, montó en cólera e ira cuando descubrió la invitación a Cienta. !Cómo todo un Príncipe Azul invitaba a una señorita de la clase media a una fiesta especial para la Clase de los Nobles. Y comprendió enseguida… !Cienta era un peligro para sus intereses y de alguna manera el Príncipe Azul la había descubierto!. Sigue Leyendo...