Se me están quedando atrás…

Se me están quedando atrás los recuerdos… se me están quedando atrás… y las brumosas neblinas de los altamares enroscan en la blanca vela de mi barca la nostalgia de aquellos lejanos sueños de la infancia. Se me abre el paso con las síntesis del tiempo navegado.

Me gusta el contacto diario y diverso con El Gran Sueño de mi Infancia: sembrar por los pueblos y ciudades gorriones grises que hablen de amor y de paz. Proyecto integral que nunca abandonaré.

Hemos de seguir…

Ha vuelto con las nubes…el hastío.
La tristeza que se escapa de mis ojos,
ese nudo que aprieta mi garganta
ahogando sollozos y esperanzas.
Algo volvió a trizar mi espíritu.
La indiferencia?…
El freso de la tarde o tu presencia,
que está… pero viajando…
a sitios que desconozco,
paisajes en los que nunca estaré…

Silencio.

Camino descalza con la mente vacía
Y el sol sobre mi piel roja y ardiente.

Mi alma es sangre y cadenas de un
fantasma al que no pregunté.

Mis brazos cuerdas que atan mi
cuerpo y lo arrastran hacia un
océano de soledad

Lo que no se termina

La gran mayoría de las personas relacionadas con el cine en los Estados Unidos, cuando fallecen son enterradas en el “Hollywood Memorial Park”. Es interesante leer las lápidas con las frases que actores, directores, guionistas, etc. dejan escritas para ser recordados en el futuro. Por ejemplo, un conocido editor hizo poner en su lápida “Retirado por Dios”.

Un día nuestra vida se termina. Por fin encontramos un lugar casi definitivo para nuestros cuerpos, pero normalmente esa “casa” no nos gusta en absoluto. Nadie quiere llegar a ese lugar, por muy bonito que sea, por muchas flores que tengamos, o aunque nos rodee gente querida y nos coloquen “frases ocurrentes”. Sigue Leyendo...

El cura pederasta (minirelato y conciencia)

Un cura con guantes de boxeo hace de un niño adolescente un frágil saco de golpes al que lanza ganchos, directos y upercouts… y al corazón infantil luego lo patalea bailando por peteneras con sotana.

Pederastia de alcahuete y celestino, el cura destruye el corazón del niño y lo deshace rompiendo la fruta virgen de la inocencia convertida en migajas de basura.

Diseñada su bragueta siempre abierta, el cura sodomiza a la vida y luego reparte ostias en la misa dominical como hipócrita galardonado con casullas.