Las mareas llegan y llegan, con sus espumas en la orilla, humedecen la paciente y pisada arena. Allí seres humanos, unos apresurados jugando a sudores, otros junto a las calmas.
Las espumas no tienen prisa, las espumas no se engañan, no aprendieron a mentir… Y sin embargo…. Las espumas ¿son cordiales? …
Las espumas no esperan, no fueron al colegio de la Esperanza, siempre puntuales
¿tienen prisa? ¿a donde han de ir?
Felicidad…
hoy soñé que te encontraba
en una esquina solitaria de mi triste corazón
felicidad..
hoy soñé que le miraba
y ya no entraba en locura ni perdía la razón
¿Por qué no quede envuelta en esos sueños?
Las ideas de los seres humanos son siempre productos del presente y del futuro; porque la ideas del pasado dejaron en realidad de serlo.
Existe un lugar español dentro de la pequeña historia de los gorriones urbanos. Una historia donde las veletas de las altas torres y las fortalecidas almenas señalan hacia la cúpula de la sensibilidad del mundo de los bohemios del Arte, que están, en dicho mundo, arrebatados por sus creaciones sensibles.
Sinceridad conmovedora que anida dentro de sus corazones nobles ajenos, todos ellos, a las envidias y murmuraciones del resto. Todos ellos y ellas, los bohemios de la noche sin vicio alguno, escriben con inocultable vigor de hombres y mujeres con fe. Sigue Leyendo...
Los hombres se forjan con la vida. Los hombres se forjan con el dolor. Los hombres se forjan, cuando son humanos, con el corazón.
Los hombres se forjan cuando son libres. Los hombres se forjan cuando rechazan al terror. Los hombres se forjan cuando han luchado. Los hombres se forjan junto a su amor.
El abandono sólo es el primer paso que se da para morir en vida.
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