Los mendigos y mendigas son los seres humanos con mayor dignidad que he conocido en la vida. Aunque son despreciados por la sociedad ellos son los más amados por Jesucristo.
Hoy es Viernes. Como un Robinson anónimo y cualquiera, cruza las calles de la ciudad. Mira al sol de cara (que no es lo mismo que mirar de cara al sol) con su camisa vieja (que no es lo mismo que con su camisa nueva) que ella le bordó en verde ayer (que no es lo mismo que ella le bordó en rojo ayer)…
Y recuerda sus tiempos… todos aquellos tiempos vividos en medio de la soledad. Es Viernes. Hoy, Viernes está sentado en el banquillo de los suplentes. No es titular. Sigue siendo un suplente perdedor. Pero el mister de turno (con maneras del torero Ordóñez) no sabe que Viernes no está interesado con jugar en su equipo. Viernes permanece en el banquillo de los suplentes pero no sueña en jugar contra la portería contraria, sino que su meta es montar en su barquita e ir hasta la isla de Crusoe. Sigue Leyendo...
Estábamos diciendo en el capítulo anterior que la famosísima banda de música The Queen, cuyo miembro más popular fue Freddie Mercury, realizaban verdaderas chapuzas en los arreglos musicales y también en las letras de sus canciones… para hacer entrar más fácilmente el “futi futi” (brujería) en la juventud que se había dado a la holgazanería en vez de estudiar dejando sus cabezas totalmente huecas. De esta manera fue fácil alienarlos hacia el Mal.
Dejando de lado estas cuestiones la alienación masiva que trajeron aquellas músicas y que todavía perduran aún hoy en día (discos con mensajes subliminales incitando a la crueldad y el asesino o autodestrucción de uno mismo o una misma) vamos a hablar de los “punkys”. Sigue Leyendo...
Somos un árbol nacido entre los brazos libres de un sueño con voz de estrellas (“las vidas son unas cosas / que caminan con ensueños, / perfil con volumen mismo, / barcos que invitan a las rosas)… la fugitiva piel del agua que reverbera sus canciones en los nombres adoptados del misterioso diálogo con las tardes inmensas. Somos un pájaro antiguo que tiembla como los niños y lentamente se va hacia donde el bosque lanza su murmullo de flautas; el silencioso crepúsculo de las noches mansas.
La realidad existe, sí, porque lo cantan las palabras que nos hacen libres peregrinos del van y el vienen (puntos seguidos donde reposa / el túnel de los dulces sueños / y de los helechos del alba / con meta nocturna como Destino)…Sigue Leyendo...
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