Un pétalo de rosa cae en la penumbra

En la oscuridad de mi habitación
En ese silencio profundo, perpetuo
abismo sin tiempo; recuerdo y pienso…
Mi mente juega con imágenes e ilusiones
se deshacen y renacen, un castillo se derrumba
Letanía final, en soledad y tediosa paz
tiempo sin prisa y de pesado andar
Ya no sentiré ni dolor ni amor,
o efímeras brisas de libertad.

La noche ya está aquí… (para Alexis)

Y tú tan profundamernte equivocada que has confundido a la rosa con su tallo de espinas. No. La rosa es causa y el tallo es sólo circunstancia. Si te quedas con las circusntancias jamás sabrás ver el verdadero sentido de las estrellas. Es la causa la que yo observo cada noche desde el “balcón” de mi alma. Quizás la noche ya está aquí y tú todavía no te has dado cuenta.. y posiblemente no recuerdes que la vida de los desgraciados siempre es la que se produce por causa del desconocimiento. Hay que saber leer bajo la luz de las estrellas para encontrar los párrafos de Dios. Sigue Leyendo...

A, esos amigos.

cuando me siento solo, nadie puede aguantar ese hermoso suspiro,
que exalan los ojos a costumbre de extrañar,
tantas cosas se han perdido, ¿que sera de esa lagrima?
si queda guardada en el nido.

sera el cariño, que se le tiene a los amigos,
cuando se llena de verdad el alma, de la alegria inconstante del arribo,
de ese amigo insospechosamente extraño,
que hace su llegada como un bebe, un nuevo amigo.

ALGO

Siento una vocecilla en mi cabeza
No, más muertos sin motivo
A lo mejor nos falta la fuerza
De unirnos y luchar con fiereza
Para tras dialogar alrededor del olivo
Opiniones contrarias, solo buscan trizas
Alguien tendrá que afinar la voz
Y rugiendo tal altavoz
Unir un mundo desunido
Intercambiando esperanzas comunes
Abajo los poderosos
Que vivan los pequeños emprendedores
Solo se que hay una esperanza
Y se encuentra en nuestro seno

Caratosis (neologismo)

En el Diccionario Vorémico Dieseliano se llama “caratosis” a toda aquella persona, hombre o mujer, que siendo ignorante le echa mucha cara a la vida e intenta parecer sabio o sabia pero en realidad confunden a Miguel de Unamuno con Pío Baroja, a Pío Baroja con Ramón María del Valle-Inclán y a Ramón María del Valle-Inclán con El Doctor Cataplasma. Se les reconoce enseguida poque tosen mucho cuando mienten (de ahí la palabra “caratosis”).

La noche del Tesauro (4): Novela.

Se entregó profundamente a la lectura. No había ningún otro mundo a su alrededor salvo el silencio… y una espesa nube blanca se apoderó de su cerebro. Una especial nube blanca que le borró todo el pensamiento hasta dejarlo honda y profundamente dormido. Los otro cinco lectores (tres hombres, una mujer y una niña) fueron abandonando la Gran Sala Azul espaciadamente. Primero, el hombre más adulto, después el hombre más joven, luego la mujer y, por último, la niña que se quedó mirando, antes de salir y durante un largo rato, a aquel misterioso joven dormido con el libro “Señas de identidad”, de Juan Goytisolo, entre sus manos. Sigue Leyendo...

La noche del tesauro (3): Novela.

La Gran Sala Azul de la Biblioteca Memphis tenía paredes de color azul. Dando la bienvenida se encontraba una maqueta, a escala reducida, del Atomium de Bruselas. El acristalado techo dejaba ver la esfera terrestre de la cúpula y, en el pináculo, las cuatro direcciones geográficas (Norte, Sur, Este y Oeste) estando, cada una de ellas, acompañada de tres figuras simbólicas: el Norte iba presidido por la estatua de una diosa walkiria que tenía a su derecha un dragón sentado a sus pies y a la izquierda el mazo de Thor; el Sur iba presidido por la estatua de un guerrero watusi que tenía a su derecha un león rugiente y a la izquierda una lanza; el Este iba presidido por la estatua de un filósofo chino que tenía a su derecha un búho a punto de volar y a la izquierda una balanza; y el Oeste iba presidido por la estatua de una amazona selvática que tenía a su derecha una serpiente enroscada en su tobillo y a la izquierda un carcaj repleto de flechas… Sigue Leyendo...