Hay mundo ingrávido tras la puerta de Occidente. Una mujer con su niño en brazos. Una sirena de bomberos y un atardecer de más de media hora. Concurridas ciudades atraviesan el paisaje insólito de una nación convertida en muchedumbre y restos de antiguas verdades. Una mirada crítica alrededor de la suma de niños gritando auxilio de un lugar a donde no quisiera yo ir.
Años de criaturas vagando por montañas oscuras alejadas de la buena vida de Paris. Un vecino pesado que cuenta hazañas inventadas en una tarde como la de ayer. Somos sumisos a la introversión y ajenos a la verdad del hombre. Sigue Leyendo...
Tira de esos hilos de cristal. Haz que salga la dicción melodiosa y lánguida que traquea moldeada por un cuerpo de trompeta grabando el instante de oro con olor a No.I Imperial Majesty. Que resbalen las notas hasta el sabor añejo que te queda en la boca a café molido mezclado con el olor agrio del vinagre apresado en un pequeño barril con grifo en la tienda de ultramarinos, guardado todo en algún rincón del tiempo reservado a 1954 por tu mente imperfecta, quizá un poco más a la izquierda. Continúa tirando y te verás en la noche frente a una inocente risa que, al ser el producto de algunos juegos de persuasión desequilibrados, se hace mucho más nerviosa y tiene miedo a desvestir las intenciones. Sigue Leyendo...
Son las nueve en mis tierras y ese olor constante, me ha despertado, no tarda en llenarme de deseos.
Perfectamente en el tiempo, fugas, pregunta y se cuestiona, como un dios en otoño.
Pronto, ya he salido de la comodidad, tocando objetos, inseguro al andar.
El primer pensamiento, me libera de pesares a la estocada luminosa, y sin exhalar en ninguna ocasión.
Atiendo la puerta.
Derechos de Autor ©.Arturo H.
16 años de poesia
2009
Con esto de la crisis hay que tomarse la vida con algo de humor, así que hoy os dedico este brindis con alegría.
!Va por ustedes..hip..hip!
Brindo por ti. Brindo por la amistad.
Brindo por el amod. Brindo pod mi.
Bdindo poo todios.
Bindo po bindá.
-¿Dónde tienes a tu familia?
-… en ese país donde la guerra, en lugar de aniquilar el odio, los intereses económico- políticos, los extremismos, el orgullo religioso-cultural, la corrupción, la codicia…, los aviva, manteniéndolos despiertos.
-¿vas hacer algo para que se vengan aquí contigo?
– ¡… sí, pero antes habré de vencer esa otra guerra de la burocracia encubierta en papel!
En la mañana
Llena de tempestad
En el corazón de la primavera.
Una puerta abierta a tu corazón
Me lleva a pensar de pie.
La imaginación, nos lleva
Por los rieles de abrumadoras colinas.
Amarilla, puede ser la voz de tu interior.
Rojo, acompañado del verde, va pintada tu vida.
De donde derivan tus sueños.
Blanco, aunque no es un color, te da satisfacción.
El color azul disfraza tu vida triste y sola.
Háblame de ti, sublevada avispa pantanosa
Llena de religión y cultura.
Feliz año a todos aquellos que hacéis de Vorem una realidad. Que este años venga cargado de muy buenos momentos y de muy buena inspiración.
Un beso a tod@s!
Cara alargada a “lo Greco” con ojos como de sapo. Un corte de pelo a lo punki y un cuerpo famélico, embutido en un viejo pantalón vaquero remendado por cuartro partes en su trasero. Unas manos con dedos en curvatura a manera de gavilán.
Es “El Kiki”; el “camello” del barrio de Lavapiés, que fuma “camel” tras “camel” mientras “camela” a los ingenuos que se acercan a él. Las patillas cortas a lo estilo “churrigueresco” porque “farda” de saber mucho de Churruca cuando en realidad sólo sabe un poco de Atila y eso porque lo ha visto en una película en el Cine Doré.” Sigue Leyendo...
Triareado.- Se llama triareado a una composición poética que sólo y exclusivamente se compone de tres únicos versos con rima consonantes (AAA). Por ejemplo:
“Dos con sesenta
más uno con ochenta
!se me sale la cuenta!!.
Refanfainar.- Refanfainar es un verbo que traducido al español castizo viene a significar “me da lo mismo”
Por ejemplo:
“Me la refanfainan los ateos”.
Y te recuerdo en la memoria de mis dedos cuando escribo tu nombre en las estrellas; en este anochecer de soledades, donde la cama está fría sin tu cuerpo, cuando las horas de mi reloj se vuelven un lento recordar ese ayer en que reías. Y te recuerdo en la memoria de mis dedos cuando rozo las sábanas vacías y el frío se cuela por la ventana, se enrosca en la humilde bombilla de la buhardilla y me aprieta las venas con su concierto de música de jazz. Y te recuerdo en la memoria de mis dedos cuando tocan las teclas de la computadora y empiezan a computar números imaginarios que van desde el alfa hasta el omega y, desde allí, se lanzan al infinito recuerdo de tus rojos labios. Sigue Leyendo...
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