El Consejo Regulador de La Comunicación Sana es una especie de Ente de reciente creación, que de una u otra manera aun no existe; y allí estaba trabajando el Señor Eliseo que cada mañana recibía en la consejería a Ramiro, el Quiosquero de la esquina.

Ramiro hablaba hasta agotar a su oyente, a su contertuliano. Utilizaba una astuta trampa: Siempre tenía un discurso “Atractivo” “Emocionante” “Interesante”…, pero la realidad estaba muy lejos de eso. Junto al discurso estaba el contenido del discurso, que en realidad era una Anestesia para que Eliseo no pudiese cortar el Juego, y quedar enganchado. Sigue Leyendo...