A Juan no le pasó inadvertida aquella forma secuencial que tenían para aparecer en escenas: Vallés, Herreros, Sáiz. En realidad formaba parte estratégica del “Código Duque” ideado por Sáiz y secundado, a ciegas, por Vallés y Herreros sin saber la verdad que se encerraba en la corta y cerrada mente de Sáiz.
– No te preocupes, Juan, yo tengo el coche aparcado en el estacionamiento de la Estación de Atocha. Podimos ir hasta el bar “Momo” sin tener que caminar tanto.
– ¿No desean ir caminando, señor Vallés?. Sigue Leyendo...
Ve, las gotas que huyen de mis ojos
pues ellos saben de tu partida
el pronto adios de tus labios rojos
en un beso que abate la vida
Escucha, es la dolencia de mi voz
en cada rincón, y sin clemencia
creo que sospecha ya de tu adios
creo que presiente ya tu ausencia
Escucho
¡Escucha!
Están… hablablablando
Presto atención
¡Presta atención!
Están… hablablablando
Johnny Bocotta abrió la boca
y esto está que explota
¡Guarda! Ten cuidado
el incidente es menor
¡pero que color le están dando!
(Para unos y unas, lo único que cuenta es la Felicidad, ¿Qué problema hay? Y para unas y unos, lo que cuenta es la Verdad ¡Esto, al parecer, si que debe ser un problema! Debe ser la falta de comprensión.)
“Jefe, todo está igual, no hay cambios.
En los últimos cinco días, solo hemos visto llegar coches al restaurante. La gente se limita a entrar.
Sólo llegan, pero nadie sale. Todo indica que las sospechas están bien fundadas, al parecer ahí dentro sucede algo extraordinario. O quizá demasiado bueno.
Una fotografía, un retrato, puede ser una forma de recuerdo de alguien…. Pero a veces….
Él vivía en los bajos, en aquel pequeño piso, pequeña vivienda. Al principio con su familia, pero poco a poco, quedándose sólo. Al parecer ya nadie quería estar con él. Enfermo desde tiempo atrás, inmemorial tiempo atrás. Una patología pulmonar le provocaba ahogos, insuficiencia respiratoria. Tanto su madre como su mujer murieron tiempo atrás, también por patologías. Se quedó sólo, en los bajos de aquel edificio, desde siempre había vivido allí. Sigue Leyendo...
Poco más o poco menos la vida es una especie de despertar diario. Poco más o poco menos como lo hacen, desde la eternidad de los tiempos pasados, los seres que habitaban la Tierra y nos dejaron las leyendas de sus supuestas existencias. ¿Fueron reales o no fueron reales los atlantes?. ¿Existió o no existió un lugar donde seres gigantescos casi humanos mantuvieron relaciones con seres angelicales?. ¿Fue esa la causa de la desaparición de la Atlántida?.
Poco más o poco menos los seres humanos tenemos que inventar leyendas para creer en algo más que la realidad, porque si sólo tuviesemos que creer en lo real… poco más o poco menos seríamos seres sin ilusión y la vida ya no tendría ningún componente mágico para hacerla interesante. Sigue Leyendo...
Antes de contar leyendas más o menos ciertas y de dudosa procedencia es necesario saber distinguir lo que es Historia de lo que es Novela Histórica y de lo que es sólo “impuro cuento” nada más.
Felipe I El Hermoso no nació en España como muchos ignorantes creen sino que afirmo que nació en Brujas (Bélgica) el año de 1478 (bastante antes de que los españoles, amigo David, los espàñoles vuelvo a insistir, descubriémos América e iniciásemos el llamado Día de la Hispanidad debido al cruce de hombres españoles, seguidos muy pronto por hombres portugueses, con nativas de las Américas). Sigue Leyendo...
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