Con tu sonrisa más grande mujer,
llegando el amanecer
con los pies sobre la tierra,
partes de tu morada, mujer…
El aire envuelve tu pelo,
te hace sentir libre y feliz
de esto no tienes miedo…
Con tu sonrisa más grande mujer,
las horas siguen su curso,
y al llegar el medio día,
tu cuerpo empieza a temblar…
El tiempo no se detiene,
quieres, pero no puedes,
se acerca el momento de volver…
Anoche estuve observando la ciudad desde la terraza. Millones de luces amarillas alumbraban dentro de los hogares de millones de seres humanos. Millones de seres humanos estaban a esa misma hora sintiendo en sus almas sus anhelos y su ideales. Unas lágrimas ocultas adiviné en millones de seres humanos. Hoy ha salido el sol. Esos millones de seres humanos que estaban anoche sintiendo sus anhelos e ideales con lágrimas ocultas… corren ahora por las calles, suben y bajan escaleras, montan en autobús y metro, porfían por llegar pronto, sudan trabajando para ganarse el sustento… y no puedo escribir más… me he bloqueado porque sólo me sale de la tinta una sola palabra: !Humanidad!. Sigue Leyendo...
Hola Namari… sigue la dirección de las hojas… ellas te interpretarán mejor que yo tu texto pero allá voy a ver si lo hago muy bien, bien, rregular, mal o muy mal. Para empezar desde una ventana sólo se puede sentir el viento si la ventana está abierta, así que no la cierres nunca. En cuanto al amanecer es cuando más sorpresas nos llevamos porque acabamos de despertar. Reír se queda siempre en los rincones del alma como momentos inolvidables (no reirse de nadie pero sí reírse con todos). Del conocimiento se aprende una cosa muy interesante que se llama sentir. Jamás un rincón es un olvido si se trata de un recuerdo agradable. Efectivamente, en el alma llevamos todo… Sigue Leyendo...
Vente, vente al verdor
Al dorado, amarillo
Al ambar dormido
Al rojo encendido
Vente a mi vientre
Que ruje tu añoranza
Vente a mis dias mas deprimidos
Que eres mi amante
Que eres mi niño, mi padre
Mi amigo y mi anhelo.
Y llegó el anciano al lugar
Lugar donde las hadas duermen al albor
Lugar donde duerme el dormilón
Durmiendo despierto, rumiando el tiempo
Tiempo que pasa deprisa sin despedirse
De tantas vidas pasadas en una
Una ristra de pensamientos al viento
Una vereda que se agranda lento
Una vida que se merece vivirla
Todos los amaneceres
En su otoño
¿Quieres saber lo que te quiero? No te haré contar las estrellas del cielo, mira esa, pequeña y apagada, que incluso se diría que parece parpadear.. Es mi alma fragmentada, he descubierto tu corazón, sin esas sonrisas vacías por dentro.
Quisiera regalarte la ilusión y esperanza que de tí tome prestada.
No lo quiero, este sentimiento, debemos forjar de una barrera, aunque por supuesto sólo lo haré yo. Tus miradas son cálidas, y sin embargo yo.. he visto en ellas hielo.
¿Quieres saber lo que padezco? No te haré contar las estrellas del cielo, pero fijate en aquella, es una lágrima, ¿no la ves? Sigue Leyendo...
Como aulla un triste lobo
a la luna que no consigue
que nunca responda su grito
y aun asi el lobo le sigue
como amante sin esperanza
como el que se enamora solo
va el lobo siguiendo la luna
la luna siguiendo al lobo
pero nunca tocan sus cuerpos
son parte de un triste poema
se unen asi en los versos
la luna el lobo y la pena
(NO ES MIO VALE? PERO ME GUSTA MUXO!)
Llévate todo contigo, no quiero nada.
Llévate tus insultos, tus golpes,
tu maltrato, nada quiero, nada…
Olvida la existencia de mi cuerpo, olvídala.
Olvida que tuvimos un pasado, un futuro,
un presente, olvida todo, olvídalo…
Déjame vivir la vida, que se presenta divina.
Déjame mis palabras, mis cariños,
mi sonrisa, déjame todo, déjame…
Guárdate tus palabras, guárdate todo tu odio.
Guárdate para siempre ese rencor hacia mí,
esas fisuras, esas caricias sangrientas, guárdate…
Un sapo está acechando a un escarabajo.
Camuflado entre hojas, sobre la tierra, parece agachado.
El escarabajo está en aprietos.
Se acerca un rebaño, cabras y ovejas. Rumiando y berreando. Algún que otro cencerro sonando.
El sapo se asusta, sale a paso ligero, huyendo.
El escarabajo también asustado, se retira, queda a salvo del sapo. Pero debe vigilar, un rumiante lo podría pisar.
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