Come rápido, la vida es un instante…
Aparecen los restos callados
que te recuerdan lo que fue…
Los sueños no son siempre tales,
sobre todo cuando el pasado,
cubre con un impermeable, el futuro soñado…
No sirve de nada esconderse,
no sirve tampoco huir…
¿Llegará una vida presente?
Quién lo sabe…
Archivo por días: 1 octubre, 2011
excusa
tengo una enfermedad
una pesada enfermedad
una mujer me pego fuerte
me dejo el corazon cubierto de
heridas
no hay excusa sus besos
sus caricias su cuerpo
los tengo grabados en el bajo vientre
esa mujer me tiene enfermo
de amor
y no se encontrar la cura
y no quiero encontrar la cura
amigos les quiero confesar
estoy enamorado
-10
Como un sueño
Mi interior despues de
Escribir palabras, banales como el viento, no sirven de nada si por fria me siento, como el hierro, como el hielo… Sentir el calor o abrazar a la oscuridad con su manto de lagrimas – por cielo lo tengo en mi mente – dara igual en estos momentos.
Cuadros ocultos en la mente sin descifrar aun, cuadros en blanco, con solo un trazo basta para saber la intensidad, con el color para saber el humor, la direccion… un misterio por resolver.
Paralisis cerebral que se arregla sin descansar, de aqui para alla, sin pensar en nada mas, solo el cuerpo mover y la mente distraer en otra cosa banal…
Lógica
“Rare avis”
L’idiotie humaine est arrivée, de nos jours, à tel degré d’imbécilité mentale que le fidèle être à ton épouse ou être fidèle à ton époux est considéré propre d’obsolètes; dont nous savons encore que nos grands-pères patients et des grand-mères étaient, malgré tout, immensément heureuses pour les uns ont été fidèles aux autres et vice versa.
Dans un biais de sagesse, Paolo Mantegazza a estimé que “pour qu’un mariage soit heureux, l’accord entre les caractères est plus nécessaire que l’accord entre des intelligences”. Et c’était Hermann Kayserling qui a deviné juste aussi après avoir dit que “le bonheur maximal du mariage, de la chose que les jeunes ignoreront toujours, est celle-là de vieillir ensemble”. Mantegazza admettait la forme d’être comme quelque chose supérieur à la forme de penser et Keyserling vérifiait ce qui succède actuellement : que la majorité de la jeunesse n’a pas d’idée de ce qui est le vrai amour. Par cela l’infidélité emporte comme mode.