Addenda

El partido al que me refiero en mi capítulo 11 de “De los canales a Canaletas” se celebró el domingo día 22 de agosto de 1966 (Fiesta de Santa Cecilia en Hiendelaencina, Guadalajara). Si no me equivoco (porque soy humano) esa fue la fecha exacta.

Pirulo y Chocolín.

Pirulo y Chocolín eran dos de los personajes más conocidos, popularmente, en todo Madrid capital. Residían, gran parte de su vida, en el Parque del Buen Retiro. Eran los preferidos por toda la chiquillería; la diferencia entre ambos consistía en que Pirulo era de carne y hueso, mientras que Chocolín era un personaje del guiñol de marionetas que arreaba estacazos de “toma y tente tieso” a todos los brujos malos que se enfrentaban contra él contando mentiras.

Flores

Hoy me sorprendí de su belleza,
florecen y dan un panorama sin igual
en un lugar lleno de corrupción.

Me sorprendí porque ofrecen
su hermosura y exquisito aroma
al indigno de sentimientos negros.

Son flores que no saben de maldad
solo son reflejo de lo divino,
las admiro porque iluminan mi andar.

El edípico Ramoncín.

Finales de la década de los 80 ya bien pasado el siglo XX y menos mal que ya se ha pasado del todo. Estamos viviendo los cuatro (mi Princesa, mis dos hijas y yo) en la calle madrileña de San Roberto, número 10, en el barrio de El Batán de Madrid y hay un vecinito que se llama Ramón que un día, en una reunión de vecinos, va y me suelta la chulería de que es muy grave que yo no sepa ni tenga idea de dónde se encuentra el conmutador de la luz de las escaleras; porque lo están discutiendo acaloradamente entre ellos por no pagar, de lo rácanos y tacañones que son todos (que hasta pagábamos una comunidad de tan birriosa cantidad de pesetas que era hasta para estar avergonzados del todo), unos pocos céntimos de peseta por gasto de luz. Sigue Leyendo...