El dolor de Venancio (Mini Relato)

Venancio se encasquetó el sombrero de paja, se arrebujó la bufanda alrededor del cuello, se colocó, cuidadosamente, los lentes quevedescos, tomó la escopeta, se la cargó sobre el hombro derecho y, dando una última mirada a su alrededor, salió de la vivienda sigilosamente, como para pasar inadvertido a los ojos de los demás.

Caminó un par de kilómetros por la carretera que guiaba hasta el pueblo vecino y, en el cruce de Las Alondras, giró hacia el páramo. Aquel páramo le traía a su memoria aquellos tiempos en que era, realmente, el joven más feliz de la Tierra. La tierra estaba seca… Sigue Leyendo...