Hace años que vivo en una austera habitación de una pensión humilde. El techo cruzado por durmientes de tronco y un suelo de piedra de pizarra, junto a las paredes de yeso en declive, constituyen mi buhardilla. El buró de caoba instalado junto a la única ventana del minúsculo aposento, deja ingresar la suficiente luz natural, para permitirme garrapatear mis notas de estudio y razonamiento. Suelo mirar tras los cristales, buscando perspectivas, inspiración y letras que copiar en el cuaderno de bitácora y observo las carretas transitar sobre adoquines mojados, rechinando los ejes de las enormes ruedas, tiradas por jamelgos de otras épocas ¿Por qué recuerdo cuando no existía mi personaje, qué esconde el tiempo tan apartado de mi ciclo?
Archivo por días: 11 febrero, 2013
De MJAR a MJMC.
De MJAR a MJMC hubo un puen puñado de años. No me han importado nunca jamás las distancias existentes entre los sentimientos. Al fin y al cabo, de MJAR a MJMC sólo existió la distancia de un sentimiento de un joven de 18 de edad a un sentimiento de un joven de 18 años de edad. La etapa del crecimiento se me quedó, para siempre, detenida en los 18 años de edad.
MJAR y MJMC significaron mucho para mí. Trascendente y transcendente. Apertura de una época y cierre de la misma época. De los 18 años de edad hasta los 18 años de edad, habiendo pasado muchas veces más, por los 18 años de edad. Diesel en su pura esencia. Diesel en su pura existencia. Diesel en su pura naturaleza. Diesel en su pura realidad. Diesel en su pura verdad.