Asumiré los días como cómplices del olvido, asumiré la pena como al colchón del amor , un amor que se fue como primavera entre muchas otras primaveras.
Asumiré que ya no estás, que las aguas bailan para que no esté triste y los delfines complacen al niño y mi corazón intenta vivir en el engaño haciendo creer al mundo que no te ama.
Asumiré la dicha como parte del pago de esta injusta verdad que se empeña en alejarme de tu rumbo y me obliga a buscarte como a la estrella en el desierto.
Asumiré que este tiempo que tan a poco me supo llegó a su final con apenas una carta sobre la almohada firmada con mi propia tinta, firmada con la única verdad que comprendo, la mía.
Asumiré si es que puedo , si es que Dios me da la fuerza necesaria para ver el sol y entender que la vida es lo más preciado que hombre ha tenido y tendrá jamás.