El velero

Sobre una mesa reza una vela con una llama ofreciendo a su alrededor una pequeña, brillante, amarillenta luz a veces tímida, frágil como una mente que busca fortalecerse. Empieza a deshacerse la cera con esa pequeña y solitaria llama a esa altura cilíndrica que con cariño exploró y recorrió el artesano velero parte de la noche estando en vela.
De súbito un frenesí, ¡porque sí!, ventisca diminuta borrasca de viento viene e irrumpe en la sala, donde la vela confiada descansa eso creía descansar.
Sobre la mesa la vela, su llama luz pequeña se tambalea…; parece que pierde el equilibrio funambulesco volatín volatinero…; de un lado a otro se tambalea, oscilando, trastabillando, la llama en su pequeñez se ladea borracha sin embriaguez, serena se tambalea. Sigue Leyendo...