Sabes…

Sabes que te amo, Jesús!.
Que sin ti soy nadie,
confió plenamente en ti
a pesar que, como ahora,
sienta una inescrutable tristeza.

Vaya, menguada hora!.
Sibilina existencia mía
y a pesar que mi alma se derrumba,
en ti confió,
en ti creo.

Niña

Que manos tan suaves tienes, tan pequeñas, tan frágiles y que mirada tan limpia, tan sincera, tan de verdad. Y mientras tu ríes yo callo para admirar tu pequeño cuerpo sentado sobre mis piernas, y mientras tu te agitas yo sostengo una vida entre mis brazos.

Pensar en ti es abrir un baúl de memorias, de emociones, de sentimientos ocultos. Pensar en ti es volver a vivir cuando te sientes muerto.

Pero ahora no hace falta recordarte pues mi alma viajó al ayer para reencontrarse con el pasado, para olvidar que un día dejé de ser de niña y asumí un papel que jamás me perteneció. Sigue Leyendo...

Sacando versos de tus labios.

Sacando versos de tus labios
me encierro contigo entre las alas
de este viento enardecido
donde crecen las olas
y el mar sediento de amapolas
se convierte en roja llamarada.

Tanto afán de sentirte mía
enhebrando poemas en el alma
es como el nido que nos une
en plena estación de primavera.