Yo soy aquel que conoció la profunda soledad. Yo soy aquel que vivió la muerte diaria, día tras día, hasta llegar a la victoria del silencio. Yo soy aquel que, para combatir al odio, tomé las armas del camino. Y el que se puso a soñar escribiendo palabras de liberación en el éter de los espacios abiertos. También soy el que se marchó tan lejos para olvidar que el olvido se me hizo amistad.
¿Es la historia de un ser humano lo que pasa a formar parte de las leyendas o es el mismo ser humano el que construye sus recuerdos? Yo soy el que, vacío de recuerdos, recobró toda su memoria en el estrecho lugar donde había sido abandonado. Por eso conozco lo que es la existencia. Quizás fuí un solo instante, una estrella fugaz que pasó/paseó dejando presencia/esencia para conseguir/perseguir la libertad que acabó siendo liberación.