Yo soy aquel…

Yo soy aquel que conoció la profunda soledad. Yo soy aquel que vivió la muerte diaria, día tras día, hasta llegar a la victoria del silencio. Yo soy aquel que, para combatir al odio, tomé las armas del camino. Y el que se puso a soñar escribiendo palabras de liberación en el éter de los espacios abiertos. También soy el que se marchó tan lejos para olvidar que el olvido se me hizo amistad.

¿Es la historia de un ser humano lo que pasa a formar parte de las leyendas o es el mismo ser humano el que construye sus recuerdos? Yo soy el que, vacío de recuerdos, recobró toda su memoria en el estrecho lugar donde había sido abandonado. Por eso conozco lo que es la existencia. Quizás fuí un solo instante, una estrella fugaz que pasó/paseó dejando presencia/esencia para conseguir/perseguir la libertad que acabó siendo liberación.

Yo soy aquel que no era el que los demás querían que fuese sino el que soy. Yo soy el que soy. Lo demás ya no tiene importancia… porque el dedo acusador de los ignorantes ahora les señala a sus conciencias. Muchos tendrán que preguntarle a sus almohadas, cuando no puedan conciliar el sueño, quién fuy yo en aquella soledad y quién soy yo en esta compañía mientras que la risa de los infames difamadores siempre son sus propias impotencias.

Yo soy aquel que vuelve para no pedirles nada sino para decirles a todos ellos que ya estoy aquí y que sus avaricias no formaron nunca parte de mi equipaje ni forman parte de mis esperanzas. Quizás muchos sepan ya que yo soy aquel que no les reprocha nada porque, para mí, sólo son la misma nada que antes fueron mientra que yo, en un pequeño rincón del “universo laboral”, me ocultaba con las estrellas nocturnas para no deberles absolutamente nada, para no agradecerles absolutamente nada y para no reclamarles absolutamente nada puesto que eran la nada nada más. Abolutamente eran la nada yabsolutamente lo son.

Tendrán que conformarse con seguir siendo tal como eran porque jamás han evolucionado y siguen perteneciendo a la esclavitud de sus envidias; de esas envidias que ellos mismos crearon para sí mismo y de las cuales yo nunca participé ni fuí parte alguna. Pero ya he roto mis silencios y los he convertido en ríos de palabras con una voz que recorre por toda la condición humana de quienes caminan siguiendo mis pisadas.He permanecido/pertenecido siempre a esa voluntad personal que es escribir mis propios pensamientos/sentimientos con batallas de poemas. Yo creo que ellos no conocen/reconocen nada tan singular puesto que sólo son masas; unas masas que no saben hacer nada original/virginal. Yo, al menos, sí tengo caminos abiertos/cubiertos. Por eso, para mí, todos ellos son solamente El Sentido de la Indiferencia. Quizás el título de algún ensayo que pueda pensar/tensar para demostrar mis propios temas/teoremas.

En verdad, y en definitiva, todos los liberados somos así. En verdad, y en definitiva, todos los liberados hemos olvidado sus desprecios. En verdad, y en definitiva, todos los liberados somos la eternidad mentras ellos, en verdad y en definitiva, siempren sean su propia esclavitud. En verdad, y en definitiva, en lugar de ser esclavos es mucho mejor caminar. Y como dijo Adolfo Suárez: “La vida siempre te da dos opciones: la cómoda y la difícil. Cuando dudes elige siempre la difícil”. Por eso ahora yo tengo en cuenta que la risa de los cretinos que se creen seres superiores no es nunca una buena compañía ni tampoco una buena compañera para dormir con ella.

Durante el tiempo de flexión/reflexión de la actualidad, quizás bajen sus cabezas debido a su proceso de desencanto que ya no es mi problema. Como decía Adolfo Suárez, puedo prometer y promero que no voy a olvidar pero que voy a seguir soñando para no tener nunca que seguir pensando en lo que no merece la pena pensar. Este es el verdadero/certero impacto de lo que todo Gran Sueño puede provocar. Lo leo y lo asumo. Lo leo y lo vivo. Lo leo y lo creo.

Domino tanto a las pelotas de goma que no tengo miedo a caer cuando de controlarlas se trata. ¿De qué estoy hablando? Quizás solamente de jugar a las respuestas posibles para ser eso que sólo se consigue siéndolo y no aparentándolo ser. Conseguir 38 pensamientos propios. Es lo que dice mi Mágico Solitario de hoy. Y los voy a reunir en un sólo párrafo de 38 palabras, ni una más ni una menos, para ser siempre concreto concierto :”Bajo la lluvia de las balas de la traición, una ráfaga de sueños triunfa siempre contra un batallón de envidias; porque el verdadero valor de un hombre no se mide por los cobardes disparos de un traidor analfabeto”. Yo soy aquel que resistió en pie para triunfar sin miedo; aunque muchos desearían poder olvidarme.

¿Cuántos besos dio Judas Iscariote a Jesucristo? Bastó uno solo para cambiar la Historia del Mundo. Yo soy aquel que convirtió la tormenta en calma y que convirtió la batalla en conquista. Quizás así se puedan resolver tantos misterios mientras espero la llegada del anaranjado atardecer para no detenerme jamás en ningún horizonte. Y no pienso pedir jamás perdón por ello a ninguno de ellos. Dejo a los cobardes que sigan tirando piedras para hacer daño sin ninguna clase de conciencia humana. Porque la muerte de muchos y muchas inocentes algún día servirá para alcanzar la Justicia; esa Justicia de Dios que tanto proclaman los asesinos. Yo soy aquel que escucha todas las palabras porque yo conocí el acoso, la persecución y el amargo sabor de los insultos de quienes no tienen más valor que sus cobardías propias. Yo soy aquel que dice Amén.

4 comentarios sobre “Yo soy aquel…”

Deja una respuesta