Poema 2

Perdona mis cambios.

Me da tanto miedo

acogerte entre mis brazos,

como he querido hacer

con el bebé que vive dentro

del corazón de mi padre

que, a veces,

me asusto…

mucho.

Una vieja deuda (Novela del Oeste) -1-

– Escuche bien, señor juez… ¡es urgente y necesario que esa indeseable señorita abandone para siempre Laredo!
– ¿A qué señorita indeseable se está usted refiriendo, señora Morgan?
– ¡No disimule como disimulan todos los demás! ¡¡Usted el el juez de Laredo y tiene que ser siempre un ejemplo para todos los demás!! ¡¡¡Sabe muy bien que me estoy refiriendo a Mercedes Bank!!!
– No se irrite tanto, señora Morgan, porque veo que está usted al borde de un síncope cadíaco…

La señora Morgan sacó un frasco aromático y lo olió profundamente. Sigue Leyendo...