Ahora jugamos a las casitas de verdad

En el patio de la abuela
entre naranjos y limoneros,
nos tirábamos los platos
y hacíamos reales pucheros.

El hermano era el papá
la hermana hacía de hija
y entre líos de familia
peleábamos por ser mamá.

Todo eran risas y alegrías
lentejas por aquí y allá,
el arroz no se pegaba
y el postre siempre se helaba.

Eran años de casitas,
de juegos a ser mayor,
de tiempo dejado atrás
que nunca se olvidará.

Los años han ido pasando
y ahora no hay juego de sueños,
aunque seguimos soñando,
ya no hay peleas por ser mamá
porque ahora… lo somos de verdad. Sigue Leyendo...

El mar (Comentario)

Texto.- El mar. La mar / El mar. ¡Sólo la mar! / ¿Por qué me trajiste, padre, / a la ciudad? / ¡Por qué me desenterraste / del mar? / En sueños, la marejada / me tira del corazón. / Se lo quiere llevar. / Padre, ¿por qué me trajiste / acá? (Rafael Alberti).

Comentario.- ¿El mar o la mar? Buena disyuntiva que nos plantea Rafael Alberti ante una decisión definitiva. ¿Somos del mar o somos de la mar? Estar embarcados en la memoria de los mejores poetas de todos los tiempos nos supone afrontar el lado masculino del agua y su vertiente femenina. Leyendo “El mar” de Rafael Alberti uno se siente mecido por las olas de la mar. Significante más significado. Una unidad convertida en una dualidad o, mucho mejor dicho, su viceversa. El temperamento se nos enlaza al leer y hacernos la pregunta más esencial. O somos múltiples propuestas resumidas en una sola dualidad unida a los parámetros masculino y femenino del agua o estamos naufragando sin llegar a costa alguna. Sigue Leyendo...