El gato de las siete lenguas (Cuento Infantil)

El gato Feliz era un estudiante prodigioso. A sus cinco añitos de edad ya hablaba, correctamente, hasta siete lenguas. No solamente dominaba el español sino que hacía virguerías con el francés, el inglés, el alemán, el italiano, el portugués y hasta el ruso. Por ejemplo, sabía decir trípode en español, trépied en francés, tripod en inglés, dreifud en alemán, trepiede en italiano, trípode en portugués y hasta tpehóra en ruso. Lo que sucedía con el gato Feliz es que no sabía lo que significaba trípode en español, ni trépied en francés, ni tripod en inglés, ni dreifud en alemán, ni trepiede en italiano, ni trípode en portugués, ni tan siquiera tpehóra en ruso. A su tan corta edad ya se permitía esa clase de lujos. Por eso de mayor quería ser como Garbancito y, también por eso, acudía todas las tardes al gimnasio no para crecer y ser un Tarzán sino para encogerse todo lo máximo posible sin importarle, para nada, lo que decían los demás de él considerándole un bicho raro; aunque, a decir verdad, el gato Feliz era un gato normal pero sólo tenía un defecto y es que era corto de vista desde su nacimiento. Sigue Leyendo...