MARGARITAS

Un joven muchacho paseaba por un campo repleto de margaritas, cogió una de ellas y empezó a deshojar sus pétalos como aquel que va restándole horas a un reloj. Le fue quitando la belleza, le quitó su color, también su alegría,su ternura,su fragilidad a la vez que le iba dejando melancolía, frío,silencio, oscuridad, soledad …Y cuando ya le había arrancado todos sus pétalos, con el tallo entre los dedos observó lo poco que ya quedaba de aquella flor. Las lágrimas comenzaron a brotar. Se había deshojado el corazón.