Sólo tú eres mi mágica conciencia
mi Todo, mi Nada, mi existencia…
y envuelto en tu insigne encanto
me llenas de perpetua consistencia
con tus ojos, con tu risa, con tu llanto.
Sólo tú con tu leve persistencia
le traes a mi cuerpo la esencia
de tu bello y saludable canto
mientras llenas de eterna ciencia
mi alma con tu suave manto.