El Faro: un corrupto estilo de vida (El Chivatazo)
¿Regalar o no regalar jamones a los jueces, abogados y notarios?. Pregunta que se hace Teresa Ruiz en el diario El Faro de hoy, jueves 5 de noviembre de 2009. Y es que, hoy en día, por un simple jamón tras otro se llenan las cestas de las compras de jueces, abogados y notarios. La cuestión no es “ser o no ser” (como dice William) sino “comprar o no comprar” favores de las altas autoridades españolas e internacionales. ¡Estamos hasta las narices de todo esto!. (el 55,3 % de los españoles y españolas estamos en contra de las agendas políticas, los jamones para comprar a jueces, abogados y notarios, y los señores con maletines).
¡Hasta el gorro!. Estamos hasta el gorro de ese 24 % de la población española que no hace más que extender cheques para comprar a los jueces, a los abogados y a los notarios españoles e internacionales. Lo que más nos fastidia, a pesar de esto, es ese 24,7 % que se llaman imparciales o neutrales (no confundirlos con los independientes y autónomos) confundiendo la velocidad con el tocino y apoyando, por lo tanto (aunque sea de manera indirecta) las injusticias sociales al lavarse las manos como Pilatos. ¡Entre Judas y Pilatos estamos “apañaos”!.
Yo admiro más a quienes se arriesgan a ser pillados haciendo trampas que aquellos que se llaman imparciales o neutrales y no se mojan “el trasero” a la hora de ser justos. ¡O hacemos el bien o hacemos el mal!. En estas cuestiones no valen “términos medios”. Estamos hasta las narices de los que se autoproclaman, sin que nadie les haya otorgado esas decisiones, imparciales o neutrales (no confundir, por favor, con los independientes o los autónomos que sí se “mojan” lo que sea necesario a la hora de hacer justicia social). Los imparciales o neutrales no hacen que la vida vaya “ni palante ni patrás” (como diría mi querida abuela Rufina que en paz descanse). Hacer “la vista gorda” ante las injusticias sociales es, apoyar de manera indirecta, a quienes hacen cohechos, cometen coimas, trafican favores, llevan a cabo los “amiguismos” y hacen supercherías de todo jaez. Insisto que no deben confundirse con los independientes y los autónomos que están en contra de toda clase de corrupciones.
De momento, repito, el 55.3 % de la población española (mayoría absoluta ya que superamos el 50 %) estamos en contra de esas agendas de trabajo (que trabajan es sólo un decir) y esos jamones y maletines. ¡Así que la victoria es nuestra!. Sin embargo, a los imparciales o neutrales (no confundir, vuelvo a insistir aunque parezca un pesado, con los independientes y los autónomos) no les vendría mal pasar una semana en el banquillo de los acusados para que aprendieran lo que es la justicia social cuando se aplica de manera “interesada” y parcialmente a favor de los poderosos.
Por fortuna existen personas como Teresa Ruiz que no tenemos nada que ocultar ante la Justicia y hablamos hasta los codos si es necesario. ¡Todo menos permanecer en silencio ante todos estos atropellos sociales!. El 24.7 % de imparciales y neutrales es ese porcentaje al que les importa menos que un pimiento lo que les suceda a los inocentes (hasta que les toca a ellos sufrirlo y entonces se acuerdan de Santa Bárbara bendita). Por eso, no les vendría mal un “baño de conciencia” (en La Cibeles de Madrid, por ejemplo) para que aprendan a saber lo que es estar “limpio” o “sucio” por dentro.
Resumiendo: como dice Teresa Ruiz, además de gastar sólo lo necesario también tenemos para, con dignidad, tomarnos algún café con leche cada día, Gracias a Dios… mientras ellos, los imparciales y neutrales, no tienen ninguna clase de personalidad aunque coman jamones de jabugo. ¡Que les aproveche!… pero a la hora de la verdad sólo tienen miseria… porque más vale un simple plato de fabada (bien ganado con el trabajo honroso) que un faisán al horno (gracias al silencio defenestrador).
Amigo Diesel, este pais está lleno de corruptelas.
Donde se ponga un buen plato de fabada…que se quite el faisán.
Un abrazo
Jajaja… !pues es cierto!… Las fabadas siempre son alimento asegurado para todos mientras que el faisán es sólo para unos pocos. Por eso las fabadas son más apreciadas por el buen paladar… jejejeje…