Don Pedro es insaciable. En la tertulia del cafecito siempre quiere llevar razón. Hoy hemos hablado de un tema trascendente para el fútbol-sala. ¿Es fácil o difícil jugar de líbero?. Y él, erre que erre como los burros descabezados, diciendo necedades como “!Para mí que es el puesto más fácil!”. !Toma ya!. !Y los demás tenemos que estar callados y darle la razón como a los tontos!.
Tomo un sorbo de mi café con leche. María Augusta, la periodista, se ríe de las bobadas que dice Don Pedro, el que siempre se hace “mandamás” de las tertulias. Los demás (un total de cuatro) estamos asombrados de la ignorancia futbolística de Don Pedro… pero es que Don Pedro se cree Valdivia conquistando a las indias del Cuzco (por ejemplo).
!Que no, Don Pedro!. !Que Valdivia no estuvo en el Cuzco nada más que de paso!… y de paso (valga la redundancia) vuelvo a dar un sorbo a mi café con leche. Pero es que este Don Pedro se cree que está descubriendo la pólvora…
Hablando de pólvora… ¿no fueron los chinos los primeros que la descubrieron?. Ante esta pregunta, Don Pedro se pone rojo de vergüenza. Entonces interviene Andrés: “!Aquellos polvos trajeron estos lodos!”. y Don Pedro cada vez más “corrido” de vergüenza. Y es que, no señor, el puesto de líder es muy difícil en el fútbol-sala.
Sigo tomando mi cafecito y escucho. El último en hablar es siempre el primero en decir una payasada graciosa. Lo que sucede es que esta vez es una mujer. Es Elvira, la estudiante de informática que va y suelta un “¿no nació Pedro de Valdivia en Huesca?”.
Pasa la mañana y en la ciudad de Salzillo los autobuses Latbus siguen con su “maremagnum”. ¿Sabrá Elvira lo que quiere decir “maremagnum”?. Don Pedro, que de todo entiende pero de nada sabe, vuelve a abrir la boca: “!Maremagnum es el desconcierto de las sirenas!”. Suena la sirena de un coche de la policía. A mí me entra la risa y no me puedo aguantar más… así que termino mi café y le explico a Elvira que Pedro de Valdivia fue extremeño. De Extremadura. De Castuera, Badajoz, exactamente.
Don Pedro baja la cabeza. Se le ha perdido un euro y no sabe dónde está. No sabe dónde está ni el euro ni él mismo. Quiere, como tacaño que es, que todos busquemos su dichoso euro. !A saber dónde habrá ido a parar!. Yo sólo sé que he visto a un inmigrante de Ghana guardárselo en el bolsillo trasero de su pantalón vaquero “made in Japan”. !Eso que ha ganado el ganés!. Me sigue entrando la risa cuando María Augusta, la periodista, explica ahora que el tsunami fue un accidente. Miro por la ventanilla. Un taxi está a punto de atropellar a una viejecita que cruza el semáforo en rojo arrastrando su carrito de compras. !Claro que el tsunami fue un accidente!. Pero Don Pedro, errer que erre, sigue buscando su euro…
Enciendo mi “pallmall” mentolado. Es hora de mentalizarse todos y explicar lo que es el mentol. ¿El mentol?. ¿Qué es el mentol? me pregunta Andrés bajando “de las nubes”. Yo sólo guardo silencio… pero Don Pedro, dando ya por perdido definitivamente su euro, sigue sin saber “dónde doblan las campanas” (están doblando las campanas de la Catedral de Murcia) e interviene de nuevo: “!El mentol es un inmigrante tomando menta!”. Y ante el silencio general (estupefactos como estamos todos de tanta supina ignorancia) Don Pedro hecha unos polvos en su carajillo porque tiene ardor de estómago. !Y es que echa tanto de menos (erre que erre) a su dichoso euro… que hasta es capaz de bajarse los pantalones con tal de encontrarlo!. A mí siempre me pareció este Don Pedro un tanto ambiguo… sobre todo cuando opina de cosas tales como las indias del Cuzco. !Que no, Don Pedro!. !Que no!. !Que Valdivia estuvo en Chile!. Alguien intenta hacer una “chilena” con una bola que ha hecho con su servilleta de papel. !Dios mío!. !Ya está Andrés intentando demostrar su “toque de pelotas”!. “!No seas pelota”!, le reprocha Elvira. Y yo sigo “fumando” mi “pallmall” mentolado mientras a la mente me llegan los recuerdos y “veo” a Don Pedro de Valdivia conquistando el Chile de los araucanos…
!Adiós!. Me despido de todos los contertulios y contertulias. !Y usted, Don Pedro, más vale que se compre un Espasa!. Deja de hacer frío. Ahora el sol aprieta de lo lindo y espero que esta noche la Luna se presente llena. ¿Llena de qué?. Eso sólo Dios lo sabe…
Y dejo el Bar Socovos camino de mi destino que está más allá de Albacete… si… más allá de la ciudad donde nació Andrés (Iniesta por supuesto). Andrés, el madrileño, se asoma a la ventana y se despide de mí mientras da otra “chupada” a su “Alvarito”… que es su marca de puros favorita…