Estaba pensando en que no quiero escribir
al menos que las cosas que diga
sean mejores que el silencio.
Algunas cosas no puedo explicar,
otras ni siquiera las puedo entender;
otras quizá no tengan explicación
ni resolución alguna.
El caso es que no dejo de pensar,
de preguntarme qué sucedió,
qué hicimos mal.
Debe ser porque te quise tanto,
que no te lo imaginas,
que no entra en tu registro hacerte
una mínima idea,
que no te lo imaginas, no.
Pero que corre independientemente de mi raciocinio
y de todo lo que pueda controlar o impedir.
Solo quiero que pase.
Que termine rápido.
Porque ni siquira existen razones fuertes,
coherentes
para seguir sintiendo lo que aún siento,
y no vale la pena.