Palidece la tarde

Llueve;
palidece la tarde.
Te veo a lo lejos
subiendo la cuesta con desgana.
Esa cuesta
que tantas veces
subimos abrazados
creyéndonos tener
el mundo a nuestros pies.

¡ Qué tiempos …!
Todo eran risas y alegría.
Cuántas tardes
felices en el parque,
agarrados de la mano,
mirando al cielo
creyendo ver
películas de amor.

Al anochecer,
te acompañaba a casa
y en aquel rincón
de tu portal,
la luna con envidia
nos miraba.

Hoy,
vacío de ilusión,
intento recordar
la luz de aquellos ojos
de aquella muchacha
que otra vez me mira

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