En el reverso de las olas
vi tu nombre escondido,
ensortijado entre la espuma
flotaba un suspiro
y una leve inconsciencia
sutilmente me embriagaba
bebiendo de mis sentidos.
¡Oh! Jardines florecidos
que con la bruma de la tarde os escondéis.
Efímeros momentos del querer
!Cuanto os echo de menos!
Un comentario sobre “Nostalgia”
Los jardines florecidos siempre se esconden cuando más falta nos hacen, al igual que esos efímeros momentos del querer. Quiérete tú (querámonos todos más) y veremos como vuelven a aflorar de la bruma los jardines florecidos.
Ni el gobierno de Lacalle,
ni el Peñarol de los 60′,
ni el Uruguay de Nasazzi,
Amsterdam, Colombes…
Ni Obdulio, Schiaffino…
maracanazo, gol de Ghiggia.
Nostalgia de viejos buenos tiempos,
de lo que no viví pero si sentí
y aún siento.
Un comentario sobre “Nostalgia”
Aupa, Atleti. (No Athletic).
Primer poema que veo dedicado al fútbol. Te ha quedado muy chulo.
Saludos.
Donde quedó tu blanca magia
Bailan las nubes cantando
Mi cuerpo se curte rabia
Ya no soporto ni al astro
Cúbrame tu limpia llama
Luego gozos de agua clara
Donde quedaron las noches
Llenas de risas y charlas
Ya no se te ven estrellas
Ya no guiñan a la blanca
Morada muestra su cara
Mi urbe desenfrenada
2 comentarios sobre “Nostalgia”
Sigues con tu linda utopía que llena el alma de entusiasmo. Una nostalgia llena de esperanza y de luces de paz serena. !que griten las hadas que queremos un mundo mejor sin egoísmos de plata!.
Tu nostalgia (¿del verano o de un tiempo que se ha ido momentáneamente?)ha hecho que compongas un poema mágico, para que griten las hadas.
Precioso, Alicia. Has vuelto inspiradísima.
Un beso fuerte.
Lo siento, debes estar conectado para publicar un comentario.
Portal Literario Independiente
Uso de cookies
Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies
Los jardines florecidos siempre se esconden cuando más falta nos hacen, al igual que esos efímeros momentos del querer. Quiérete tú (querámonos todos más) y veremos como vuelven a aflorar de la bruma los jardines florecidos.
Besos.