Los mejores escritores; aquellos que poseen dominio de la materia, concreción de miras y olfato para lo esencial, entre otras características; aquellos que se ganan y merecen el título de Escritor comparten la conciencia de esta norma literaria:

“Por admirable que sea un pensamiento, si no está engarzado en la forma de una bella historia, muy pocos podran aprehenderlo.”

Sin apresurarse a conceder a la historia literaria longitud y elementos, recuerdo que las las hay tan breves como el Dinosario de Monterroso, tan extensas como el Ulises de Joyce, tan difíciles como los Fenómenos de Arato, tan lúdicas como el Principito de Saint-Exupéry, tan elevadas como el Paraiso de Milton, tan pedestres como el Flush de Wolf, tan íntimas como la Rayuela de Cortázar y tan universales como la Biblia.

No pretende el presente texto agotar el tema, ni sentar una lista de autores y lecturas imprescindibles; posiblemente se trate de un alarde de sapiencia del insulso escribano que hila estas letras, con miras a conseguir una poca de la atención femenina que no recibe en su vida cotidiana.

Sea lo que fuera, este texto inaugura la cuestión que a este sitio web debiera ser prioritaria, pero que concierne poco a la mayoría de los que aquí publican. Y esta es:

¿Qué parámetros perviven en la estructura interna de las obras, que fueron usados por sus autores para darles forma y que sean sujetos de emulación, con intención de implementar tales guias en nuestro quehacer literario? Es decir, señalemos el andamiaje de los monumentos literarios que reconocemos, a fin de integrar este ejemplo en la obra personal.

Al uso, comparto esta inquietud a todas aquellas personas que se reconocen asiduas a las letras. Espero que los partidarios a este tópico sean tan amables de plantear modelos de aportación, o lo que creyesen necesario para elaborar un esquema de trabajo que apoye realmente al escritor, cuidando ante todo que el producto de la labor sea accesible a la gran mayoria.

Para satisfacer las dudas personales, o para atender planteamientos que se prefieran mantener en privado, propongo la comunicación a través de la alternativa privada que ofrece este portal, esta es, ” * Mis mensajes privados”.

No pretendo apropiarme del trabajo de otros, ni acaparar la atención de la comunidad. Por lo mismo, sería mejor que se eligiera a un miembro destacado que haya demostrado continuidad y consistencia en sus participaciones, además, que disponga del tiempo requerido para atender a cada uno.

Yo, como el del dicho, “lanzo la piedra y escondo la mano”. Estoy incapacitado por el médico y gozo de inmunidad general en mi condición. Si gustan hacer sus donaciones, contacten a su centro local de “personas de escazos esfuerzos”, ahí me encontrarán.