Me encuentro en Seúl con Oh Eun-su, a la cual la voy a bajar un poco los humos de grandeza al autodenominarse La Alpinista De Hierro y que, sin embargo, tiene menos hierro en su osamenta que mi tio Benito.
P.- ¿Estás convencida de que eres de hierro o en realidad eres de la Edad del Hierro?.
R.- Si empezamos así me largo hasta el Kangchenjungen.
P.- Pues puede costarte la vida… alpinista de piolet y cuerdas… que estás más líada que un Oso Panda en medio del desierto de Atacama. Por cierto… ¿sabes por dónde cae Atacama más o menos?.
R.- Mal seguimos… mal seguimos…
P.- Y tan mal seguimos que vas a terminar reducida a los 14. ¿Te preocupa tanto la edad?.
R.- ¿La Edad del Hierro o la edad de mi DNI surcoreano?.
P.- La edad que dices que tienes…
R.- Yo me voy… me voy… y me voy…
P.- Pues que te vaya muy bien por esas alturas que eres más bajita que Garbancito.
R.- ¿Quién es Garbancito?.
P.- Yo sólo te pregunto una cosa. ¿Has subido el Annapurna encordada como los vertebrados que estudiamos en España o descordada como hacen las verdaderas alpinistas?.
R.- Nada. Que me voy.
P.- Pues vete ya de una vez a coronar el Katmandú por ejemplo, que yo me tengo que tomar mi café con leche tranquilo y en paz en la casa de Andrea y no sé si me va a dar tiempo para coger el avión y llegar a tiempo y valga la redundancia que por estos montes tibetanos hay redundancias a montones porque os parecéis tanto los unos a los otros y las unas a las otras que nunca sabemos si eres tú, tu doble, tu triple o tu cuádruple fantasma.
Y aquí termina La Alpinista de Hierro por bajarse, por fin, de su pedestal de bronce… que si no es de la Edad del Hierro puede ser de la Edad del Bronce… pero nada más…
P.- Para que te enteres de una vez por todas. Nuestra Edurne Pasabám es mucho más guapa que tú y sube más rápido que tú los ochomiles y los catorce miles y, si me apuras, hasta los veintemiles…
Ella derrama su té surcoreano sobre mi rostro pero mis felinos reflejos hacen que me agache a tiempo y le mancha toda la jeta a su compañero de cordada que coge una “bronquitis” que da miedo oirle los gritos que pega que parece una de esas películas de Bruce Lee por lo menos. Y si esta entrevista ha resultado un total fracaso mo ha sido por culpa mía sino por culpa de El Yeti… así que me quedo tranquilo y en paz y dejo tranquila y en paz a la tal Oh y al chulito de Chu-Lin, un chino infiltrado (quizás de opio o de marijuana que no lo he investigado ni me importa); el cual se queda boquiabierto (con su gorra maoísta puesta por fin al descubierto) y absorto ante mi serenidad al desmontar un mito viviente y otro no viviente (me refiero a la Oh y a Mao por supuesto) que tienen ambos (amba y ambo para ser más exactos) de viviente y no viviente la cabeza y poco más de lo bajitos que son!.
!Eso por lo que nos hicistéis hace casi 8 años en el Mundial y para que sepas no lo que es un ocho mil, un catorce mil, un veinte mil si así lo prefieres, sino un solo y sencillo 8 jugando al fútbol!. Que los españoles tenemos buena memoria y no hace falta que nos oxigenemos a tan altas alturas “himalayas” para tener tan buena memoria. ¿Así que dos goles anulados verdad?. Bien. Verdes las hemos segado como dicen en mi tierra… y en Sudáfrica os esperamos… y nada… sigue escalando montañas ochomiles, catorcemiles o veintemiles si tanto te gusta… !no te fastidia con la heroína!. !Demasiada heroína china disfraza de azafrán (no tan bueno como el murciano por cierto) hay por estos andurriales de vaya a saber Dios qué nombrecitos tienen!.