Cuando tú te hayas ido se quedará la duda vibrando en el vacío escondida en la penumbra… Cuando tú te hayas ido quedará una pregunta flotando en el baldío espacio de la tundra… Quedará una forma de puntos suspensivos en la calma; que sí tendrá respuesta a tu pregunta larga… ¿cuánto, cuánto, cuánto…?, ¿cuánto he existido?… y te responderá el lirio que nace en la mañana con un suave brillo enorme en la esperanza. Cuando tú te hayas ido te responderá la blanca paloma… y el navío que surca el poderío de la marítima jornada. Te responderá el nido de la alondra parda… y el verde olivo… y la mina socavada… y las risas de un niño que juega en la explanada… Cuando tú te hayas ido quedará la duda interrogada pero siempre… siempre… siempre… estará acompañada…