En esta noche gélida de otoño,
sentado junto al fuego,
miro su fulgor
oyendo decrepitar mi vida.
Los recuerdos se agolpan en mi,
pero ya es demasiado tarde;
el tiempo me ha pasado por encima
dejándome tristeza y soledad.
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Leo tu poema bonito pero un poco triste y te digo que sí, que existe la esperanza y que llegará de nuevo la Primavera de la Verdad. Los recuerdos… ¿qué son los recuerdos?. Para mí son lugares profundos donde podemos reconvertirnos. Un abrazo.
miro su fulgor
oyendo decrepitar mi vida, pero el fuego sugue crepitando, cariños.