Decirte adiós, no es un -te amo-
Que se convirtió en -te quiero-,
No es un -te odio-
Expresando un hasta nunca.
Adiós, es un camino con bifurcación,
Una mariposa que deja el capullo,
Un atardecer arrastrando al sol,
Es un río, llegando al mar.
Rompe las venas de mi boca,
Ensancha la lágrima en mi pupila,
Corta los brazos del futuro,
Y se traba en mi garganta.
Es el morse de los latidos…,
Es la espina de la flor,
El amargo que queda
Después de beberse la copa.
Es la gota de sangre que salpica,
La palabra que desgarra el labio,
Es cuando no palpita el unísono,
Cuando se desafina el acorde.
Es quemarse con el ácido
Del beso de la soledad,
Es un purgatorio de besos
Eso, es para mí decirte adiós.
Excelente Hacaria. Hace meditar mucho este poema. Yo diría como canto muchas veces que en algunas ocasiones he tenido que decir que si me marché no fue por deseo que marché por necesidad y también he escrito ya muchas veces que si te dicen que caí te están mintiendo porque algún día volveré… a la ciudad de Madrid, capital de España, para decirlo con toda exactitud y aunque tenga moradas muy bien ganadas por mi chavalilla y yo en otros lugares. Un abrazo amistoso. Excelente tu poema.
Hacaria,
mem encantó la forma en que dices adios! Muy profundo y original.
Saludos